A China le basta el segundo cuarto para tumbar a Francia en cuartos (85-71)
China es una de las cuatro selecciones que aspira a alzarse con la gloria en el Mundial femenino de baloncesto. Superados ya los cuartos tras la victoria frente a las galas, en parte por la gran actuación de Li Meng, buscarán una plaza en la gran final. Antes, independientemente de quién gane, tendrán un duro escollo en las 'semis'. También jugarán contra el factor público si las australianas se imponen a las belgas.
El primer cuarto fue un deleite para los aficionados neutrales: máxima igualdad y un gran ritmo anotador (25-25). La gran diferencia en los diez minutos posteriores estuvo en la peor puntuación de Francia, que bajó hasta los 14. Las asiáticas, en cambio, se mantuvieron al mismo nivel y se plantaron al descanso en la media centena, un registro que determinó el choque.
Marine Fauthoux y Gabby Williams intentaron tirar de las suyas, aunque sin demasiado éxito. Entre ambas, repartidos en 19 y 17 puntos respectivamente, sumaron 36, un poco más de la mitad del total de su equipo. Y la primera, además, repartió seis asistencias. La ya mencionada Li Meng acabó el partido con 23, cinco más que Sijing Huang. Una actuación determinante, igual que la de Han Xu, menos destacada de cara a canasta (13) y clave en defensa gracias a los nueve rebotes que capturó.
La selección europea trató de reaccionar en el tercero: se quedó a tan solo un punto de la veintena e impidió que China mantuviera esa dinámica sobresaliente (16-19). Fue el único cuarto en el que lograron superar a su rival, lo cual sirvió para reducir a ocho la distancia entre ambas. Lo visto durante el partido no invitaba a pensar que la remontada llegase, pero muy pronto se agotaron las esperanzas para Francia, eliminada con claridad (85-71) tras claudicar de nuevo en los últimos diez minutos (19-13).
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