"El RB19 ya es una pieza para la historia, lo que hemos conseguido con este coche es simplemente increíble. Hay muchas cosas que se traspasaron del RB18: parte del chasis, de la suspensión son iguales, la caja de cambios también es exactamente igual. Probablemente, el 60% del coche corrió el año pasado también", explicó Horner.
Esa sorprendente característica del Red Bull vino dada por la sanción que se le impuso a la escudería austriaca por superar el límite de presupuesto en 2021. Vieron reducidas sus horas de túnel de viento un 10% y por ello necesitaron exprimir lo que ya tenían fabricado.
Pese a que reconoció que se pueden pulir algunos detalles, el británico se mostró muy satisfecho con el rendimiento de 2023: "Siempre se puede mejorar y de eso se trata la Fórmula 1. Hay áreas en las que podemos mejorar y las llevaremos al RB20, así es la competición, donde siempre estás en busca de pequeñas ganancias. Estamos muy orgullosos de los récords que hemos batido, seguimos siendo un equipo joven, no tenemos ni 20 años aún. Ya hemos ganado 13 títulos (siete de ellos de pilotos) y 113 carreras. Todas esas estadísticas tienen mucho valor para nosotros", analizó.
"Todos estamos muy motivados por el éxito e, incluso este año, dolió Singapur por el hecho de que no ganamos una carrera. Fue un recordatorio de humildad, de que no es tan fácil y de que tenemos rivales increíblemente duros que quieren ganarnos y vernos caer. Es esa motivación la que nos lleva a seguir así, la sensación de victoria es increíble y no queremos que se pierda", finalizó.