La cara de Carlos Sainz (28) era un poema una vez terminado el Gran Premio de Australia, en el que se tuvo que conformar con la duodécima posición tras la sanción de cinco segundos que le impuso Dirección de Carrera a raíz del toque con Fernando Alonso en la primera curva cuando se relanzó la carrera a falta de dos vueltas tras la segunda bandera roja de las tres que hubo.
El de Ferrari atendió a los medios españoles, pero se mordió la lengua y no quiso decir nada de lo que después se pudiera arrepentir: "Prefiero no hablar, sinceramente. Voy a esperar a hablar con los comisarios para que reviertan la decisión que han tomado y, cuando hable con ellos, haré alguna declaración, pero ahora mismo no. Lo que diga no va a estar bien y serán cosas feas, así que prefiero esperar. No merece la pena. Hablaré luego porque igual me ponen otra penalización si no voy a la prensa primero. Tenía que venir, decir cualquier cosa e irme a hablar con ellos".
Si el madrileño no quiso hablar demasiado con los medios españoles, con los internacionales sucedió algo parecido, aunque sí se le escapó decir a los italianos que "en este momento, siento que nos han robado algo", ya que perdió los 12 puntos que habría conseguido de conservar la cuarta plaza.
"La sanción más injusta que he visto en mi vida"
Además, su decepción era tan grande que también, preguntado por Sky Sports, calificó la sanción como "la más injusta que he visto en mi vida. Es la mayor vergüenza que ha habido en la Fórmula 1 en muchos años y cualquier cosa que diga, preferiría no haberla dicho".
Ya más calmado, analizó en su página web la buena carrera que estaba haciendo: “Tuve un buen comienzo y estaba confiado con el neumático medio, pero tuvimos mala suerte entrando en boxes justo antes de que sacaran la primera bandera roja, por lo que bajé al puesto undécimo. A partir de ahí, logré hacer una buena remontada con buenos adelantamientos y un ritmo sólido, así que estoy contento por eso".
Poco se puede hacer ya aparte de resignarse, así que lo mejor es mirar hacia adelante, como él mismo reconoció: "Fue una buena carrera en general, pero la penalización arruinó todo el esfuerzo y no estoy de acuerdo con ella. La frustración que siento en este momento será difícil de digerir, pero intentaré pensar solo en lo positivo de hoy y concentrarme en la próxima carrera".