Así lo ha reconocido ella misma, con un vídeo grabado en una de sus habitaciones en las que se aprecian tantos logros deportivos, tantas medallas, incluso una torre Eiffel. Allí habría querido celebrar su oro de París 2024, su segundo campeonato olímpico. Pero el destino, esta vez cruel, tenía guardado otro final, y no precisamente en la pista de bádminton.
Ya lo dijo nada más aterrizar en España, cuando aún no sabía el alcance exacto de su percance, aunque lo intuía. Estaba rota por fuera y por dentro. Días después de haber pasado por el quirófano, en el cierre de los Juegos Olímpicos en los que su sueño se tornó en pesadilla, Carolina Marín ha enviado un mensaje a todos aquellos que la han apoyado desde entonces.
"Estoy destrozada, no os puedo decir otra cosa. Tengo el alma totalmente destrozada. Ha sido un golpe muy, muy duro. Necesitaré mucho tiempo, más de lo que he necesitado en las lesiones previas. Necesito recompenerme, me he puesto en las mejores manos, de eso no tengo la menor duda", ha confesado.
La onubense, la gran estrella occidental de su deporte, ha insistido en que sólo el tiempo podrá decir qué será de ella en el futuro, si bien no es algo que ahora esté en su mente. "Necesito mucho tiempo para recomponerme mentalmente. No sé qué va a ser de Carolina Marín en un futuro, si volverá a jugar, si volverá a coger una raqueta de bádminton, si volverá a disputar de una competición o si volverá a unos Juegos Olímpicos. Es en lo que menos pienso, ahora quiero paz y tranquilidad conmigo misma".
Agradecimiento sincero
En ese vídeo, Carolina ha querido dar dos grandes gracias. El primero, a su rival en semifinales, la china He Bingjao, quien tuvo el bonito gesto de acordarse de ella en el podio. "No me imaginaba que podía tener ese detalle de recordarme en el podio con el pin de España. Agradecerle con todo mi corazón el detalle tan bonito, el apoyo recibido por su parte, el abrazo después del partido".
Y luego, por supuesto, a sus miles de fans por los millones de muestras de cariño que le han dado en estos los peores momentos de su carrera. "Quiero agradeceros los miles de millones de mensajes. He sentido todo el cariño, se ha notado muy de cerca. Sé que no me he traído una medalla de oro en forma de medalla, pero me la habéis devuelto con todo el cariño y con todo el apoyo. Agradecida con el corazón en la mano por todas las muestras de cariño que me habéis dado. Ahora necesito rodearme de mi familia, amigos y de mi gente. Muchas gracias".