Se esperaba igualdad entre dos de los grandes de la Euroliga, aunque más por nombre e historia que por lo que dictan los resultados esta campaña, y así fue durante la primera mitad.

Hubo un conato de romper el partido en el minuto 13 cuando, con dos triples de Llull y uno de Hezonja, el Madrid se escapó de 9 (26-35), lo que, lejos de ser bueno, no hizo más que desatar la furia ateniense con un 14-0 de parcial. Arrolladores los griegos con un Kendrick Nunn que, con 20 puntos, comandó la ofensiva. Menos mal que los blancos reaccionaron de la mano de un gran Mario Hezonja, que aportó 13 en esos primeros 20 minutos, junto a Gaby Deck, que sumó 10 puntos más. Al descanso se llegó con ventaja de 1 (45-46) gracias a una canasta sobre la bocina de Campazzo. 

El increíble Llull y súper Mario

Hubo que esperar a la reanudación para ver el rodillo blanco arrasar a los del trébol verde. En un visto y no visto, apenas cinco minutos, se pasó de un 51-48, máxima ventaja para los helenos tras una canasta de Mitoglou, a un 52-70 (min. 28). O lo que es lo mismo, un histórico 1-22 que silenció el OAKA y encarriló el triunfo de manera definitiva. 

O eso parecía porque el Pao reaccionó por orgullo con un 8-0 en el inicio del útimo cuarto. Nada que un nuevo triple de Llull, segundo máximo triplista de la historia de la competición, y Hezonja no pudieran arreglar (63-77). La distancia ya fue insalvable para los anfitriones, en los que Nunn había desaparecido, que sólo pudieron conformarse con no hacer más grande su herida. 

Victoria del Real Madrid por 78-90 y más líder en la Euroliga ante un Panathinaikos que sale de los puestos de playoffs. 

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