La fase de grupos en el norte de Francia se convirtió en un oasis del baloncesto mientras los equipos luchaban por un puesto en cuartos de final, con el estadio Pierre Mauroy de Lille repleto de aficionados enloquecidos.
Sudán del Sur y Nigeria demostraron las habilidades del continente africano, mientras que Latinoamérica estuvo representada por Brasil y Puerto Rico y Asia por Japón y China.
La verdadera batalla, sin embargo, comenzó en el Bercy Arena de París, donde Francia luchó con todas sus fuerzas para negar a Estados Unidos una nueva gloria.
La selección masculina de Estados Unidos demostró su superioridad al imponerse a Brasil en octavos de final, pero le costó mucho superar a la Serbia de Nikola Jokic (29), tres veces Jugador más valioso de la NBA, y necesitó una emocionante remontada en el último cuarto para doblegar a sus aguerridos rivales.
Victor Wembanyama (20), el primer jugador francés elegido número uno del draft de la NBA, fue un factor importante en el camino de los anfitriones hacia la final, derrotando a Canadá y Alemania.
Mientras tanto, en la prueba femenina, Francia alcanzó las semifinales tras una convincente victoria sobre Alemania, en la que brillaron Marine Johannes y Gabby Williams, más adelante se impondrían a Bélgica.
Las estadounidenses se enfrentaron a Nigeria, que se convirtió en el primer equipo africano en alcanzar los cuartos de final, y luego remontaron con una brillante actuación de Breanna Stewart para derrotar a Australia en semifinales.
Estados Unidos se enfrentó a una decidida Francia en dos finales de infarto.
En la final,las estadounidenses se impusieron por un ajustado 67-66 a Francia y conquistaron su histórica octava corona olímpica consecutiva, con Diana Taurasi (42) ganando su sexto oro olímpico.
Un día antes, el equipo masculino de Estados Unidos estuvo a la altura de las expectativas al derrotar a Francia por 98-87, liderado por un LeBron James (39) inspirado y una soberbia actuación de Stephen Curry (36), que encestó cuatro triples en los últimos minutos para asegurarse su quinta medalla de oro consecutiva.
Los Juegos de París fueron un reto para los grandes de Estados Unidos, pero demostraron su valía y siguen siendo los favoritos al oro en Los Ángeles.