Lo intentó en los Houston Rockets. Probó suerte en los Golden State Warriors, pero ahí todavía jugó menos. Ahí se acabó la aventura de Garuba en Estados Unidos. Quiere volver a sentirse importante, como lo ha sido este verano en la selección española, con la que ya acumula 42 presencias y un oro europeo. Y eso se lo ofrecía el Real Madrid, con el que ha firmado hasta el 30 de junio de 2027.
Así que vuelta al hogar donde ingresó en 2013 y donde fue campeón de España infantil, cadete y júnior, además de ganar dos Minicopas y la Copa de Europa júnior en 2019.
Fue ese mismo año cuando debutó con el primer equipo y comenzó a coleccionar títulos: una ACB, una Copa y dos Supercopas. Además de ser elegido Mejor Joven en la ACB y en la Euroliga 20/21.
Aquello le valió para entrar en el draft de la NBA, pero aterrizó en un equipo con demasiada competencia interior. Su altura no le valía allí para jugar de 5 y su tiro exterior no era una amenaza suficiente para ejercer de 4. Fue perdiendo importancia en el rol hasta que acabó jugando más en la Liga de Desarrollo.
Ahora se le abre la opción de volver a jugar minutos de calidad, de hacerlo al más lto nivel en la Euroliga en un Real Madrid donde se encontrará viejos amigos y algunos nuevos. Serge Ibaka y Tavares son las torres de un equipo que cuenta también con N'Diaye, Deck y Hezonja como opciones para el rol de ala-pívot.