Baptistao firma el cuarto triunfo seguido en casa del Almería ante un débil Getafe (1-0)
No pasará a la historia este partido entre el Almería y el Getafe. Durante 25 minutos estuvo repleto de interrupciones, de tarjetas, de falta de profundidad, de juego aéreo y subterráneo. Pero lo que se dice calidad, llegadas al área, ocasiones de peligro, nada que llevarse a la boca. Con estos ingredientes, es difícil hacer un buen caldo y que merezca la pena pagar por él.
Es de esos encuentros que se hace bola y que sólo se puede resolver por pequeños detalles, por acciones aisladas. Un balón parado, por ejemplo. Y en eso el Almería es un maestro, de los mejores de LaLiga en jugadas de estrategia. Lanzó Embarba, que siempre pone la pelota donde quiere, y apareció Baptistao ganando a Milla el espacio en el primer palo para sorprender a Soria. Su giro de cabeza, mejor que no lo intenten en casa o acabarán con un collarín.
Con ese 1-0, el planteamiento no cambió demasiado. Más bien se acentuó la falta de acierto o de criterio de ambos para superar al rival. Así fueron transcurriendo los minutos hasta que al filo del descanso, en otro saque de esquina, este a favor del Getafe, se registró una oportunidad de oro, la única para los azulones. Centró Milla, despejó Fernando hacia atrás y Mayoral cazó el rechace para golpear con el interior. No fue ni un disparo, pero se envenenó. Casi bajo palos, entre muchas piernas, apareció una de Babic para despejar la incertidumbre.
Pedía el encuentro irse al descanso, resetear como cuando el ordenador se queda bloqueado. A ver si así se veía algo más de fluidez en el terreno de juego. Se esperaba que fuese el Geta el que arriesgase un poco más, adelantase líneas, por aquello de ir por detrás del marcador. Ni por esas.
Fue, de hecho, el cuadro local el que volvió a rozar otro gol. Una buena triangulación entre líneas acabó en un centro de Robertone desde la derecha y en un Baptistao que se tiró en plancha para volver a rematar con la testa. Qué cerquita estuvo el segundo.
La única réplica de los de Quique Sánchez Flores llegó sin querer. Munir, recién ingresado en el campo, quiso centrar desde 25 metros con su pierna mala, la diestra, y si no es por Fernando, acaba celebrando el empate. Luego, nada de nada.
Como los madrileños no apretaban, el Almería fue creciendo. Probó Akieme desde la frontal. Lo intentó luego Eguaras llegando en carrera, pero Alderete se interpuso en su disparo cuando la afición ya se levantaba para cantar el segundo gol.
Sólo con la expulsión por doble amarilla de Rodrigo Ely en el minuto 86 hubo algo más de emoción. Incluso Enes Unal marcó, pero su tanto fue anulado por claro fuera de juego. No era el día de un Getafe sin ideas, incapaz de inquietar a un serio Almería que deja por fin su portería a cero.
Jugador Flashscore del partido: Leo Baptistao.
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