Busquets, primer y único apercibido de España para los hipotéticos octavos
Sergio Busquets es el único futbolista de la selección española que ha visto una cartulina en estos 180 minutos (sin tener en cuenta los descuentos), lo que supone una fantástica noticia para Luis Enrique, si bien es cierto que hablamos de su gran pilar sobre el césped. Indiscutible para el asturiano, apunta a ser de la partida en el tercer encuentro de la fase de grupos, sobre todo porque el billete tiene que certificarse frente a los propios nipones, que vencieron a Alemania en el estreno (1-2) y cayeron este domingo ante Costa Rica (0-1).
El capitán salió ileso frente a los centroamericanos en un partido muy poco exigente para España, lo que se tradujo en una goleada (7-0) que difícilmente se repita en los próximos años, pero recibió el castigo contra Alemania en una acción sobre Jamal Musiala. El joven talento germano fue uno de los mejores de los suyos y ofreció un gran recital de controles y regates para confirmarse, si es que había algunas dudas, como uno de los grandes nombres propios del deporte rey de cara a la próxima década.
La tarjeta que vio Busquets no fue por un error suyo, ni mucho menos. El atacante del Bayern Múnich se hizo fuerte en el juego de espaldas y salvó con cierta facilidad la oposición de Rodri Hernández, el central improvisado de Luis Enrique y al cual, como es lógico, le puede faltar cierta contundencia en según qué circunstancias. Precisamente esto es lo que ocurrió en dicha acción de la primera parte. La gran potencia y calidad del atacante nacido en Stuttgart obligaron al pivote a frenar al jugador de 19 años.
Si España llegara hasta cuartos de final y el mediocentro del conjunto azulgrana viera una tarjeta amarilla, entonces no causaría baja para las 'semis' porque los ciclos desaparecen a partir de dicha ronda. Si se la mostraran contra Japón o en los octavos, siempre y cuando la selección siguiera adelante en el campeonato del mundo, tendría que ver el partido en cuestión desde la grada. Por supuesto, se aplica a cualquiera futbolista, aunque los ya apercibidos cuentan ahora con más posibilidades.