El domingo será su último día. La mejor ciclista de la última década, una de las más grandes campeonas de todos los tiempos, colgará la bicicleta tras la última etapa de la Vuelta a los Países Bajos, con llegada en Arnhem.
"Es a 25 kilómetros de casa, mi novio vive ahí, es un buen sitio para decir adiós", escribió en su blog.
También es una manera de completar un círculo porque fue en esta misma carrera, en la Vuelta a Países Bajos de 2007, donde lanzó su carrera, relativamente tarde, tras probar en el fútbol, donde su trayectoria quedó truncada por una lesión de esta diplomada en zoología.
Sus primeros pasos como ciclista novata no fueron fáciles debido a una caída tras solo una etapa. Pero dio la vuelta a la situación y construyó un palmarés largo como el canal de Amsterdam que pasa por Vleuten, su ciudad natal con la que comparte el nombre.
La neerlandesa lo ha ganado todo: dos veces el campeonato del mundo, la contrarreloj de los Juegos de Tokio, dos Lieja-Bastoña-Lieja, dos Vueltas a Flandes, cuatro Giros y el Tour de Francia en 2022, año en el que conquistó tres grandes vueltas. Un total de 104 victorias, la última en la Vuelta a Escandinavia.
33.000 kilómetros por año
Y la mayor parte de estos triunfos los ha logrado con un estilo ultraofensivo, con espectaculares escapadas en solitario, como los 105 kilómetros que recorrió para convertirse en campeona del mundo en 2019 en Yorkshire.
"Todavía en el Mundial (en agosto, en Glasgow), la gente me agradecía mi manera de correr y me dice que lo echarán de menos. Escuchar eso es muy emocionante para mí. Puedo dejar este deporte con orgullo", subraya en una entrevista publicada el lunes por su equipo, Movistar.
Más allá de los títulos y de su estilo, Van Vleuten ha marcado una época por su manera de entrenar. Ambiciosa y obstinada, pasó su vida en la bici, engullendo hasta 33.000 kilómetros por año, un total enorme tanto en categoría masculina como femenina.
"Mi padre siempre me animó a hacer las cosas a fondo. En el colegio siempre quería tener la mejor nota", explicó.
Multiplicando las concentraciones en altitud, a menudo entrenó con hombres y llevó una vida monacal. Este ritmo le permitió transformar su cuerpo, en un principio ideal para las clásicas, hasta convertirse en una escaladora capaz de dominar las grandes vueltas.
'Come y duerme bicicleta'
"Es una chica que vive al 100% la bicicleta. Come y duerme bicicleta. Ahora todos son profesionales, si dan el 100%, ella da el 150%", señaló su compañera Aude Biannic.
Van Vleuten encarna, además, el desarrollo del ciclismo femenino en la última década. "Annemiek puede ir más allá del dolor que los demás. Es realmente capaz de sufrir", dijo Grace Brown, antigua compañera en el Mitchelton-Scott.
"Nos ha enseñado tantas cosas... cómo superar la adversidad, levantarse cuando caes, no abandonar nunca", dijo el año pasado Sebastián Unzue, su jefe en el equipo Movistar.
Esta perseverancia es el gran legado que dejará. Su próximo objetivo es participar en un programa que prepara a los atletas tas su retirada deportiva.