Entrevista Flashscore - Oscar Pereiro: "Mi favorito para ganar el Tour es Pogacar"
P. ¿Qué le está pareciendo el duelo entre Vingegaard y Pogacar?
R. Mejor incluso de lo que esperaba. Pogacar parecía que iba a marcar una época ganando dos Tour seguidos, pero el año pasado apareció el danés conquistando la victoria y esta es la ocasión para saber quién de los dos está por encima del otro. Yo pensé que Pogacar llegaba corto de preparación tras su lesión y que Vingegaard podría dominar la carrera en la primera semana. Sin embargo, estamos asistiendo a una batalla muy igualada. Me está encantando el duelo entre ambos.
P. ¿Por quién apuesta para la victoria final?
R. Si todo va normal creo que el esloveno debe ir a más porque tiene menos desgaste. Me gustaría que se mantuviera la emoción hasta el final pero mi favorito es Pogacar, aunque su equipo sea inferior al Jumbo-Visma, que es el de su rival.
P. A usted le gusta mucho el fútbol ¿Con qué dos estrellas puede equiparar a estos dos ciclistas?
R. Pogacar, por carácter, es más como Cristiano. Aunque tiene un talento más natural, como Messi, creo que le encantan los retos y superarse a sí mismo y por ese motivo lo equiparo más con el portugués. Por imagen, Vingegaard es más callado y se parece más a Messi en ese sentido.
P. ¿Qué le está pareciendo la actuación de Carlos Rodríguez? R. Es un grandísimo talento. Junto a Ayuso es la principal esperanza española. Son dos fenómenos. Es muy trabajador y tiene mucha clase. Es un corredor que puede tener un Tour en las piernas en el futuro.
P. 100 etapas y 5 años han tenido que pasar para que gane otro español (Pello Bilbao) ¿Por qué?
R. Uno de los motivos es que hay menos ciclistas españoles. Antes había hasta cuatro equipos y ahora sólo uno. Llegó a haber 40 ciclistas y en esta ocasión han ido 14. Es la consecuencia de la crisis que hemos tenido a todos los niveles y de la Operación Puerto. La ausencia de sponsors ha hecho mucho daño. Esa es la principal causa en mi opinión.
P. Cada vez que se disputa un Tour le llegarán recuerdos de su increíble victoria en 2006. De todo lo que pasó ¿qué es lo que mantiene más vivo en la memoria?
R. Seguramente el día que me puse líder. Ese día, que llegué escapado y me puse primero, le dije a mi director, José Miguel Echávarri: “¡Estos no saben lo que han hecho dejándome llegar! ¡Del podio no me baja ni Dios y puedo ganar este Tour¡”. Yo sabía que tenía piernas y que podía aguantar.
P. Usted pasó del infierno al cielo en poco tiempo porque en la subida al Peyresourde estuvo cerca de abandonar ¿eso fue así?
R. Sí. Yo no estaba acostumbrado a estar tan atrás pero tuve un desfallecimiento brutal aquel día. Fueron mis peores momentos sobre una bicicleta en toda mi vida. Incluso lloraba mientras iba sufriendo. Las sensaciones eran horribles. Fueron 60 kilómetros de impotencia y una lección de humildad. Me decía a mí mismo que era una mierda y que no servía para eso. Yo preparaba muy bien el Tour y lo apostaba todo a esa carrera. Hice top 10 en los dos primeros y se me daba muy bien. No estaba acostumbrado a sufrir.
P. ¿Qué le hizo seguir adelante?
R. Iba a casi 30 minutos de la cabeza de carrera y estaba deseando llegar al hotel para hacer las maletas y marcharme a casa, pero en ese momento vi a gente de mi tierra apoyándome y gritándome como si estuviera luchando por la victoria. Entonces pensé que si esos aficionados habían llegado hasta allí para verme, yo no podía arrojar la toalla. Gracias a ellos tuve una segunda oportunidad y pude ganar un Tour.
P. Usted tenía una buena relación con Floyd Landis, al que descalificaron por dopaje cuando era líder ¿por qué se deterioró?
R. Me llevaba muy bien con él. Era trabajador y nunca se rendía. Me parecía un tipo divertido. Un bohemio que vivía en su mundo. Era diferente pero mi relación con él era buena. Yo había pasado por Phonak, donde estaba él, y me caía bien Floyd. Luego dio positivo y todo cambió. Hizo declaraciones fruto de la frustración para intentar hacer daño, acusando a más gente sin pruebas. Se vio acorralado, intentó defenderse y salió un carácter que yo no conocía. Me decepcionó, pero prefiero quedarme con su lado bueno.