Fruto de esa diversión llegó el 2-0, obra de Vinícius Junior (22). Benzema para Valverde, Fede para Rodrygo, éste hizo una pared con Benzema y terminó asistiendo a su compatriota. Los atacantes blancos, en pleno apogeo de sus virtudes conectaron cinco pases en menos de 10 segundos para dejarle al brasileño un regalo que remató a placer delante Trubin (21). La fluidez que desembocó en este tanto vino dada por el rol que le dio 'Carletto' a Rodrygo (21), que contó con total libertad para moverse por la zona de arriba, dejando vía libre a Fede Valverde (24) por la derecha. Un esquema muy dinámico que puso en jaque a los chicos de Igor Jovićević (48).
Parece que el 'tiki-taka' era compatible con la verticalidad y nos habían dicho que no. ¡Vaya sorpresa! Fueron los mismos que aseguran que las Copas de Europa son mucho más fáciles cuando las gana el Madrid. Suerte que hay muchas maneras de jugar bien al fútbol y en Chamartín se las saben casi todas.
Del 21 merengue fue el tempranero 1-0. Aunque tuvo algo de fortuna, volvió a demostrar que la Champions League es su competición fetiche. El Santiago Bernabéu fue feliz presenciando un festival de filigranas, taconazos y pases al primer toque en esta sesión nocturna de fútbol Champagne. Una delicia para los aficionados, que vieron amortizado el precio de su entrada.
Sin embargo, el verse superiores condujo a los jugadores blancos a la relajación. Comenzaron a fallar ocasiones claras por falta de tensión y descuidaron las tareas defensivas. Así llegó el 2-1 del Shakhtar. En plena sinfonía merengue, Zubkov (26) rompió el balón con una volea impecable, marcándole a Lunin (23) el gol número 14 en sus seis enfrentamientos contra los de Donetsk.
El toque de atención despertó a los locales. Aumentaron la intensidad y volvieron a encerrar a los ucranianos con un asedio continuo. Mientras el Real Madrid disparaba incesantemente, los hombres de Jovićević tenían las balas contadas y casi todas las llevaba Mijailo Mudryk (21), un verdadero puñal por la banda izquierda, capaz de poner en aprietos a toda la zaga madridista él solo.
Aunque las cosas se apretaron en el último cuarto de de hora, los esfuerzos visitantes no fueron suficientes para llevarse algún punto de Madrid. Ancelotti supo ajustar al equipo con los cambios y pasar del baile inicial a la resistencia final. Una nueva oportunidad para demostrar la gran variedad de registros que maneja el actual campeón de Europa.
Buen test del doble pivote Tchouameni-Kroos
El encuentro sirvió a 'Carletto' para probar una nueva variante en su esquema. Toni Kroos (32) y Tchouaméni formaron un doble pivote muy sólido que permitió a los de arriba pensar únicamente en atacar. Así, consiguió el italiano que se destapase el tarro de las esencias y los jugadores brillasen durante gran parte del choque. El único problema fue la puntería, culpable de que la velada terminase con un marcador mucho más ajustado de lo que se vio sobre el terreno de juego.
Este test, dejó una buena opción en la recámara para citas más importantes. Las sensaciones fueron buenas y puede ayudar a competir con más garantías frente a equipos con centros del campo poderosos.
Benzema no levanta cabeza
Si alguien se fue del Bernabéu sin sonreír ese fue Karim Benzema (34). Al delantero francés no le salen las cosas. Gozó de multitud de oportunidades y se topó con el muro de su propia obsesión en todas ellas. Es importante que pulse el botón de 'reset' y vuelva a ser el que era. La ansiedad le está impidiendo disfrutar en el campo y su juego lo acusa.