Arbolino se impone en Australia y Acosta remonta para acariciar el título
Pedro Acosta volvió a demostrar por qué está a un paso de ganar el campeonato de Moto2 y, sobre todo, por que dará el salto a la categoría principal dentro de unos meses (con GasGas). En una jornada muy complicada en el Gran Premio de Australia, donde las precipitaciones y el viento se convirtieron en protagonistas, el actual líder de la clasificación se cayó en la vuelta de formación y se vio obligado a salir desde la última posición. El reto era mayúsculo y el contexto, muy complicado.
El gen competitivo del murciano quedó comprobado desde el primer momento. Poco a poco, aprovechando también el festival de caídas que se vio en Phillip Island, fue escalando hasta situarse noveno. Entonces, con la pista ya impracticable, llegó la bandera roja. La organización no pudo apurar más y el Tiburón se tuvo que conformar con acabar muy lejos de su rival por el título. Aun así, este resultado le da opciones matemáticas de convertirse en campeón la próxima semana (en Tailandia). "A lo mejor mañana pienso de otra manera. Me gusta ganar y hoy me han ganado. Está el patio para pocas flores", dijo en DAZN.
Dos españoles (Arón Canet y Fermín Aldeguer) se subieron al podio este domingo en Australia. Los dos están muy lejos del liderato en la general y persiguen otros objetivos, pero aprovecharon las adversas circunstancias para sumar un gran resultado. Tony Arbolino, por su parte, saboreará con cierta amargura este triunfo porque no le permite recortar distancias como hubiera deseado y tendrá que apelar a la épica para poder alcanzar al piloto de Mazarrón -56 unidades entre ambos-.
Hubo poca emoción en la lucha por el oro porque el italiano contó con hasta 13 segundo de margen sobre Canet y Aldeguer, todo un mundo, si bien ambos disfrutaron también de más de ocho sobre un grupo en el cual podía verse a Izan Guevara. Le bastaba a Arbolino con no irse al suelo para reinar, pero la previsible cancelación (no se llegó a disputar el sprint en MotoGP) hizo que venciera sin el recibimiento de la siempre amada bandera a cuadros.