Dos penaltis guían al Girona hacia un empate de oro que diezma los sueños europeos del Rayo
Un penalti es el resultado de dos factores: una, la desconcentración. Siempre existe un error que potencia una infracción en el área. Dos, la virtud. La infracción nunca determina nada. El juez decreta una acción. El encargado toma el balón. Camina. Piensa. Chuta.
Cobrar un penalti es un arte. Algunos le llaman suerte. Otros preparación.
El Girona ejemplificó ambas sentencias.No solo provocó al Rayo a caer en dos penaltis. Los convirtió en goles. Bien cobrados. Sin un ápice de duda.
Primero, Valentín Castellanos (24) en el minuto 34. Segundo, Samu Saiz (31) en el minuto 75. El público jugó a favor. La tensión y los momentos del partido también.
El Girona ha rescatado un encuentro que manejó el Rayo. En el minuto 2, Sergio Camello(21) tumbó todos los diálogos del vestuario. El delantero puso el primero del encuentro y motivó a los de Iraola.
La alegría y el impulso anímico no duraron lo suficiente.
El Girona empató en el 34. El equipo catalán, después del gol, encimó a los locales. La creación de acciones de peligro era constante. El Rayo, uno de esos equipos que sabe como sufrir, no aguantó lo suficiente.
Después de una intensa avalancha de opciones del Girona, el Rayo consiguió llegar al descanso con el 1-1. El empate marcaba las tablas.
Cambio de guión
En la segunda instancia cambió el guión. El Rayo se mostró sediento de victoria. Intentó, a través de las transiciones rápidas, liquidar las ofensivas del Girona.
Y lo consiguió.
Y otra vez se impuso por delante en el marcador. Isi (28) decantó el historial 1-2 a favor de los de Vallecas.
La ilusión tomó forma. El plantel madrileño estaba en puestos de Champions.
El Girona, sin embargo, no quería dejar las cosas fáciles.
El conjunto catalán remó contra la corriente y, con el tiempo como enemigo, forzó un nuevo penalti.
Lo ejecutó Samu Saiz en el minuto 75. Las gradas del Estadio Montilivi estallaron. El plantel catalán buscó la victoria y… Con nueve minutos de tiempo añadido, se encontró con un empate. Que sabe a poco por la forma como ocurrió. Pero que no resta importancia pues, en una vuelta de competición adversa, el club se sostiene en la posición número 12 de la tabla con 17 puntos. El Rayo, por su parte, queda en la séptima plaza, con 23 unidades.
El Rayo tendrá que esperar para definir si entra a Europa.
El Girona puede soñar con la permanencia. Está cada vez más cerca.