LaLiga comenzaba en 2023 con un auténtico duelo de equipos al límite. Si el Elche no había logrado ninguna victoria en los 15 partidos ligueros previos, donde tan solo habían logrado cuatro empates, había que remontarse nueve partidos atrás, en concreto al pasado 2 de octubre, para recordar el último triunfo del Celta en la competición doméstica.
Y, como las desgracias nunca vienen solas, ambos conjuntos venían de ser eliminados el pasado martes en la Copa del Rey, con lo que buscaban una victoria con la que regalar a sus respectivas aficiones, aunque solo fuera por ser el día de Reyes, una alegría que hacía muchos meses que no se llevaban.
Recital de Veiga en la primera mitad
Con la idea de no permitir a su rival ninguna ilusión saltó al Martínez Valero el Celta y no tardó en lograr su objetivo. A los cinco minutos, una precisa combinación entre Paciencia, Veiga y Aspas acabó con este último lanzándose en plancha en el área pequeña para rematar con el pecho un envío de su compañero, que ya comenzaba a dejar entrever el recital que acabaría dando.
Un gol contra el Elche es medio partido ganado. Los ilicitanos son el equipo menos goleador del campeonato (además del más goleado) y este viernes dieron un tutorial de cómo fallar ocasiones claras. La primera, un mano a mano de Roger que Marchesín, que venía de ser expulsado contra el Espanyol en Copa, detuvo haciéndose grande tras achicarle al delantero todos los espacios.
Aunque tampoco es que el Celta tuviera la mayor de las precisiones de cara a portería. Veiga, tras ganarle la partida a un Bigas muy blando en defensa (el ejemplo de lo que está siendo su equipo durante toda la temporada) tuvo el segundo, pero se llenó de balón queriendo picarlo ante la salida de Badía cuando Aspas solo habría tenido que empujarlo al fondo de la red si el canterano hubiera levantado la cabeza.
Los mismos protagonistas se las vieron cerca del descanso, cuando Veiga, tras un autopase a Bigas desde el centro del campo, llegó con la lengua afuera al área y la falta de oxígeno y de fuerzas le impidió tomar la mejor decisión porque su disparo le salió demasiado flojo y fácil para el arquero local.
Pese al corto 0-1 y a la situación de ambos equipos en la clasificación, el primer tiempo estuvo bastante entretenido y con opciones por parte de las dos escuadras, aunque Badía por un lado y la nula puntería de los delanteros del Elche por el otro (Boyé tuvo un remate de cabeza desde el área pequeña tras un gran centro de Mascarell que no encontró su objetivo) hizo que no se moviera el resultado.
Marchesín salvó al Celta con sus paradas
Y lo mismo sucedería tras la reanudación, con Marchesín y Badía compitiendo por ver quién hacía la mejor parada porque los dos tuvieron oportunidades de sobra para lucirse ante la desesperación de todo aquel que osara perturbar sus inmediaciones. Ni Gumbau, ni Aspas, ni Boyé… Los porteros fueron un muro infranqueable y el principal motivo de que solo hubiera un gol en el partido, aunque por ocasiones debería haber habido unos cuantos más.
Aunque seguramente los pupilos de Pablo Machín tengan la impresión de que la salvación es poco más que una quimera, espoleados por su fiel afición no dejaron de intentarlo en toda la segunda mitad, aunque fue imposible para ellos lograr el empate. La frustración la ejemplificó perfectamente Bigas, que en el tiempo añadido fue expulsado con tarjeta roja directa por tirarle una patada a Aspas tras un despeje que el colegiado acertó a ver.
Fue un triunfo crucial para los gallegos, que se alejan cuatro puntos por encima de la zona de descenso y son decimosextos. Como decimos, mucho más difícil es la situación del Elche, farolillo rojo y a nueve puntos de la salvación.
Jugador Flashscore del partido: Marchesín.
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