El Elche llegaba al partido contra el Girona con el agua al cuello. Con solo cuatro puntos en 13 jornadas, la directiva había cambiado hasta tres veces de entrenador, síntoma evidente de poca paciencia y de tratar de encontrar una solución a como diera lugar para no quedarse definitivamente descolgados en la lucha por la salvación en LaLiga Santander. Tras la destitución de un Jorge Almirón que solo duró en el banquillo cinco partidos, el secretario técnico Sergio Mantecón se hizo cargo de manera interina del banquillo ilicitano a la espera de anunciar al nuevo técnico en los próximos días.

En una situación bien diferente se encontraba el conjunto catalán, inmerso en una positiva racha de tres partidos invicto de manera consecutiva, con dos empates ante Osasuna y el Real Madrid y una gran victoria en la pasada jornada contra el Athletic Club. 

Lo cierto es que los franjiverdes no pudieron comenzar de mejor manera. Pese a que Édgar Badía, el portero con más paradas de la competición, tuvo que lucirse con una gran estirada para detener un cabezazo de Oriol Romeu (31), los locales buscaron desde el inicio hacer buena la máxima de "entrenador nuevo, victoria segura", algo que obviamente no se estaba cumpliendo esta temporada con tanto movimiento en su banquillo.

Avisó primero Collado, cuyo disparo se topó con el poste, pero luego se vistió de asistente de lujo para dejar a Pol Lirola (25) una ocasión clara que no perdonó con un buen tiro cruzado para alegría del público asistente en el Manuel Martínez Valero, que pudo ampliar su éxtasis cuando Pere Milla estrelló otro balón en el larguero.

20 minutos le duró la gasolina al Elche. A partir de ese momento, el Girona se puso el mono de trabajo y se apuntó al concurso de tiro al poste, en ese caso por parte de Aleix García. El encuentro había cambiado y era cuestión de tiempo que llegara el empate. Pudo llegar con un gol de Romeu que el árbitro anuló por falta previa, pero la suerte de los de Mantecón se esfumó cuando, en el minuto 39, un cabezazo de Iván Martín (23) encontró el fondo de la portería y devolvió a los ilicitanos a la cruda realidad.

El Girona campó a sus anchas en la segunda parte

Es complicado recuperar la confianza cuando se pierde, y el Elche es un ejemplo de esta situación. El empate les hizo tanto daño que no existieron en la segunda mitad, probablemente resignados ante un futuro más que negativo.

Inofensivos en ataque, la defensa fue un flan, con continuas pérdidas de balón que generaron demasiadas ocasiones de las que habrían querido contra un equipo de Míchel que, consciente de su gran superioridad, atacó y atacó para buscar el gol de la victoria. Un tanto que logró irremediablemente en las botas de Valentín Castellanos (24), que empujó desde el área pequeña un pase por la derecha de Arnau Martínez. 

Los catalanes pudieron incrementar su ventaja con otro disparo al larguero de Romeu, pero no hizo falta para llevarse los tres puntos de la Comunidad Valenciana y alejarse a cinco puntos de los puestos de descenso, donde los franjiverdes se encuentran hundidos con cuatro puntos (a siete del penúltimo clasificado), lo que hizo que su afición, harta, les cantara a los suyos aquello de "esa camiseta no la merecéis".

Jugador Flashscore del partido: Oriol Romeu.

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