El Rayo, con gol de Falcao de penalti en el 91, parte la racha del Atlético (1-1)
Pues va a ser verdad que este Rayo Vallecano va en serio. Ha jugado en el Camp Nou y en el Metropolitano y ha salido indemne de ambos estadios. Porque el equipo de Andoni Iraola es un equipo de veras, bien trabajado, con bandas rápidas, con calidad entre líneas, con mucho sacrificio en la presión e incluso con remate. Aunque este tenga que llegar de penalti y en el último minuto. O casi. Así llegó el gol de Falcao que neutralizaba el de Morata y que hacía justicia en la casa del Cholo.
Pero empecemos por el principio. Y ahí el Atlético se encontró más cómodo. Sin inquietar demasiado a Dimitrievski, es cierto, pero cocinando a fuego lento sus aproximaciones al área con un Griezmann más constructor que finalizador. Eso de rematar, ahora que el francés juega más lejos del área, se lo dejó a Morata, que no perdonó la asistencia del galo.
El error en la salida del Rayo, que algo malo también le puede suceder en su aseada circulación de pelota, lo aprovechó De Paul con el robo a Fran García y luego el Principito para dársela a Morata en condición ventajosa. Y el 9 de la selección no falló con su remate cruzado de primeras.
No inquietaban los vallecanos, que buscaban sin demasiada fe la portería de Grbic, titular por el lesionado Oblak. En estas que no pasaba nada que no propusiese el Atleti llegó el percance de Lemar. Otro. Y ya van...
Fue el único sobresalto que se llevaron en la primera mitad los de Simeone. Y lo que suele suceder en muchas ocasiones, que cuando uno lo ve tan fácil, quiera o no, lo busque o no, termina relajándose y permitiendo que el rival se crezca. Y lo hizo, claro que sí.
Camello, haciendo méritos para volver
Con un canterano colchonero como Camello de estilete, el Rayo ganó metros, incordió a Giménez, a Savic y a Reinildo. Sólo Kondogbia respondía con su imponente físico para intentar robar y montar contragolpes. Y tuvo el Atlético varias opciones claras. Una de Cunha y por la que todavía le sigue chillando en la oreja Carrasco. Y otra de Griezmann que acabó en gol, pero cuya rodilla estaba más adelantada que el pie de Catena. El gozo en un pozo.
Y en un pozo cayeron los locales cuando en cinco minutos, Camello dibujó una jugada tremanda que acabó con su disparo lamiendo el palo. Y luego con una asistencia a Falcao que no hubiera fallado el colombiano hace unos años. Y después con un remate de Catena sin ángulo al segundo palo, pero también sin portero. Porque no es Cruyff, ni Van Basten, ni Ibrahimovic. Pero ahí estaba la ocasión.
Falcao perdona una, pero dos...
Tanto va el cántaro a la fuente, dice el refrán, que al final acaba rompiéndose. Pues con el Atlético encerrado atrás, defendiendo el 1-0, apareció una mano de Giménez que tapó un centro dentro del área. El VAR lo vio y el penalti no lo iba a fallar Falcao. No lo celebró por fuera, pero su alegría por dentro tuvo que ser de las de órdago.
Y así, y aunque ya a la desesperada lo intentaron los rojiblancos, ya no hubo forma de mover el marcador y de evitar la ruptura de una racha de tres triunfos seguidos en Liga. Pero es que el Rayo es mucho Rayo.
Jugador Flashscore del partido: Griezmann.
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