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El Sevilla resiste el intento de venganza de Luuk de Jong y se mete en octavos pese al 2-0

Denis García
De Jong estuvo a punto de aguarle la fiesta al Sevilla.
De Jong estuvo a punto de aguarle la fiesta al Sevilla.Profimedia
Aunque con muchos apuros, el equipo andaluz hizo bueno el gran resultado que logró en el partido de ida (3-0) y se clasificó a los octavos de final de la Europa League pese a perder por 2-0 ante el PSV en el Philips Stadion. Los de Sampaoli tuvieron controlado el partido en un primer momento, aunque acabaron sufriendo en la última media hora. Un exsevillista como De Jong, que marcó un gol y le anularon otro, y Fábio Silva estuvieron a punto de forzar la prórroga, pero los de Nervión resistieron y acabaron sobreviviendo.

Era lógico pensar que el PSV, inmerso en un momento complicado que le tiene a seis puntos del Feyenoord, líder de la Eredivisie y con el aplastante 3-0 que se trajo del partido de ida en el Ramón Sánchez-Pizjuán, saldría a por todas en su Philips Stadion de Eindhoven.

Más aún cuando a última hora Bono, como ya sucedió en un partido del pasado Mundial de Catar, se vio indispuesto en el calentamiento y Dmitrovic, que no esperaría vestirse de corto este jueves, se vio obligado a ocupar la portería del Sevilla.

Pero, aunque sufrieron a última hora ante el arreón final de sus adversarios, la ciudad neerlandesa les trae unos recuerdos demasiado buenos a los andaluces, que ganaron ahí el primer de sus seis títulos de la Europa League el 10 de mayo de 2006, como para que saltaran al terreno de juego desconcentrados y pensando en otras cosas como puede ser el buen momento de forma que atraviesan por fin tras una temporada que no pudo comenzar peor, pero que ya van encauzando.

Bien el Sevilla durante una hora

El PSV trató de presionar y de buscar desde el principio balones por alto a un exsevillista como es Luuk de Jong, pero la falta de contundencia y de ideas en ataque del equipo entrenado por Ruud van Nistelrooy hizo que solo las peligrosas cesiones de los defensores hispalenses a Dmitrovic inquietasen a los visitantes.

De hecho, la primera gran ocasión fue de los hombres de Jorge Sampaoli cuando Telles, de falta, estuvo cerca de batir a Walter Benítez. Con los neerlandeses impotentes con un Xavi Simons muy incómodo, los de Nervión comenzaron a hacerse dueños del partido y a tener más posesión en campo rival para atacar por las bandas, donde desde la derecha Jesús Navas era el único superviviente del triunfo europeo de hace 17 años.

En los últimos minutos del primer tiempo apareció Bryan Gil por el costado izquierdo y demostró que Monchi no se ha equivocado al repescarle porque estuvo imparable, con una velocidad y una capacidad de desborde que volvía locos a los defensas del PSV aunque sin el premio del gol.

No comenzó de una manera muy diferente la segunda parte, con un equipo español que no perdió la concentración en ningún momento. Esto hizo que Gil no se enfriase y enviara un gran pase filtrado a En-Nesyri, que estuvo a punto de adelantar a los suyos cuando se plantó ante Benítez, pero prefirió la potencia a la colocación y el portero argentino le ganó la partida.

Como en los primeros 45 minutos, el único peligro del PSV llegaba a balón parado, con centros al área para que De Jong se buscara la vida o con errores tontos de la zaga sevillana como uno de Fernando que estuvo a punto de dejar precisamente al ariete internacional con Países Bajos.

La entrada de Silva revolucionó el partido

Sampaoli estuvo tranquilo hasta última media hora, en la que los locales trataron de hacer la heroica volcándose al ataque, aunque su primer tiro a puerta no llegó hasta el minuto 56, muestra de lo controlado que estaba el encuentro para los rojiblancos.

Toda la calma, aunque fuera tensa, que hubo en la primera hora de partido saltó por los aires cuando el partido se rompió. Primero, Rakitic tuvo una doble ocasión prácticamente seguida con un tiro al larguero y otro ligeramente desviado. Después, Bakayoko no quiso ser menos que el croata y también tuvo dos consecutivas al hacer esforzarse por primera vez en la noche con una gran parada a Dmitrovic, pero su tiro sin apenas ángulo tras el rechace se le fue alto.

Esto fue un aviso de que los neerlandeses estaban cada vez más cerca. Además, la entrada del delantero portugués Fábio Silva, que acabaría siendo determinante, para ayudar a De Jong multiplicó el peligro de los de Van Nistelrooy exponencialmente.

Como no podía ser de una manera, un balón largo buscando a ambos atacantes en el minuto 77 puso la incertidumbre en el marcador para los de Nervión. Silva lo luchó por alto y De Jong, en la segunda jugada, logró sacarse un remate que se coló llorando entre las piernas del portero serbio del Sevilla.

Pudo ser mucho peor cuando, ni dos minutos después, la misma dupla se juntó para poner el que parecía que era el 2-0, pero el luso partió al inicio de la jugada en posición de fuera de juego, así que el Sevilla respiró aunque fuera unos segundos, porque el PSV volvió a la carga y lo dejó todo en el campo buscando una remontada que hacía bien poco parecía algo imposible. 

Tuvieron el segundo tanto Veerman como Bakayoko, pero el gol final no llegó hasta el minuto 94, cuando Silva vio premiado su gran partido como revulsivo aprovechando un barullo en el área para superar a un Dmitrovic que, por cierto, sufrió un intento de agresión por parte de un aficionado local, lo que hizo que el partido se alargase más minutos de lo estipulado.

Todavía hubo tiempo para que Til pudiera anotar el tercero, pero la hinchada sevillana finalmente sintió el alivio del pitido final con el que su equipo sigue adelante en su competición fetiche. Lo positivo es que este viernes será el sorteo de octavos y los hispalenses estarán en el bombo.

Jugador Flashscore del partido: Silva.

Consulta aquí todos los detalles del PSV-Sevilla.