Colton Herta (22) es el piloto más joven en haber ganado una carrera de la IndyCar y ya ha conseguido siete victorias desde 2019. Sin embargo, ni por esas la FIA le ha concedido la superlicencia para conducir un Fórmula 1.
Con este deporte ganando popularidad en Estados Unidos -habrá tres Grandes Premios en 2023- que un piloto americano hubiera llegado a la F1 habría supuesto el espaldarazo definitivo en su país.
Pero los mandamases de la Federación Internacional no han tenido en cuenta esa cuestión de marketing ni, especialmente, su pedigrí de triunfos en otras categorías. Con sus resultados actuales no llega a los 40 puntos que exige a cualquiera que pretenda conducir en la máxima categoría del automovilismo.
Ni siquiera la apelación, supuestamente de Red Bull y de Helmut Marko, a la FIA para que rebajase sus exigencias y considerase dar a Herta el carnet, ha servido de nada. El interés en que se se convirtiera en piloto de Alpha Tauri en lugar de Pierre Gasly -si finalmente se va a Alpine- tendrá que posponerse ante esta decisión.