Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

El wushu afgano aspira a ganarse un nombre en los esperados Juegos Asiáticos

AFP
Un deporte que quiere dar un salto a nivel de repercusión.
Un deporte que quiere dar un salto a nivel de repercusión.WAKIL KOHSAR / AFP
Khalid Hotak, campeón nacional, suda casi hasta la última gota en su gimnasio de Kabul. A pesar de las dificultades económicas entrena con otros tres compatriotas para una competición en la cual confía en conseguir una medalla.

Son apenas las 7h00 de la mañana cuando los cuatro deportistas seleccionados para participar en los Juegos que Hangzhou (China), que se disputan desde este sábado 23 de septiembre al 8 de octubre, empiezan su secuencia diaria de entrenamiento en la recta final para la gran cita asiática.

Estiramientos, combates con pies y puños, ensayos de caídas sobre el tatami: los cuatro luchadores de alto nivel encadenan metódicamente los ejercicios para pulir su técnica en este deporte de combate cercano al kung-fu y que se ha popularizado a través de películas chinas, como las protagonizadas por el actor Jet Li.

El wushu, un deporte muy popular en Afganistán.
El wushu, un deporte muy popular en Afganistán.WAKIL KOHSAR / AFP

Después de décadas de guerra, Afganistán, cuyo gobierno talibán no es reconocido por la comunidad internacional, está sumido en una crisis económica que afecta también a los deportistas que se han quedado en el país.

Khalid, que con su bronce se convirtió en 2018, en Indonesia, en el primer medallista afgano de wushu en unos Juegos Asiáticos, tiene ahora 30 años y debe vivir con los 13.000 afganis (el equivalente a 155 euros) que le pagan desde hace ocho meses como "experto" desde la Dirección de Educación Física.

"Las medallas en los Juegos Asiáticos son importantes para toda Asia, pero para nosotros lo son todavía más", subraya Khalid, que denuncia la falta de material necesario para una correcta preparación.

"Moral dañada"

"Disponemos de instalaciones básicas, pero nos falta de un 30 a un 40% de equipamientos para completar nuestra preparación", estima este deportista, que compite en la categoría de 70 kg, en la que espera poder colgarse el oro.

Esta situación precaria afecta especialmente a los más jóvenes, subraya su colega del equipo nacional afgano, Nasratullah Habibi, de 29 años.

"La moral de los deportistas jóvenes está dañada por el paro, todo gira alrededor de los problemas de dinero", cuenta este multimedallista en las competiciones asiáticas, que compite en la categoría de 75 kg.

Uno de los participantes coge algo de aire.
Uno de los participantes coge algo de aire.WAKIL KOHSAR / AFP

"Cuando me entreno aquí para los Juegos Asiáticos pienso también en mi familia y en cómo voy a darles de comer. Cuando estoy con ella pienso en mis próximos combates", afirma este dirigente de varios clubes, que son su única fuente de ingresos.

Al frente del equipo nacional está desde hace dos años Mahfooz Wafa, que quiere creer en los recientes anuncios de las autoridades sobre su voluntad para desarrollar el deporte en el país.

Sin mujeres

"Valoran y animan a los deportistas autorizando las competiciones, aunque a día de hoy no hemos recibido respaldo económico", cuenta.

El gobierno talibán, que retomó el poder a mediados de 2021, envía una delegación de 124 personas (deportistas, entrenadores, dirigentes...) a los Juegos Asiáticos, con presencia en una quincena de disciplinas. "Ninguna mujer" figura en la lista, según el portavoz de la Dirección General de Educación Física, Atal Mashwani, preguntado por la AFP.

Encontrar mujeres en el wushu es una utopía.
Encontrar mujeres en el wushu es una utopía.WAKIL KOHSAR / AFP

"El Emirato Islámico de Afganistán no autoriza a las mujeres a participar en actividades deportivas mientras que no haya un marco apropiado (que respete la interpretación que hacen los talibanes de la sharia)", recuerda.

"El pueblo afgano tiene muchos problemas. Nuestra motivación para participar en esta competición es ver sonrisas en las caras de nuestros compatriotas. Queremos hacer que se sientan orgullosos", se fija como objetivo Nasratullah, unos días antes de entrar en liza en el evento.