La contracrónica del Barcelona-Real Madrid
Xavi le tiene tomada la medida a Ancelotti. Ya no es sólo poner a Araujo como lateral derecho sino la versatilidad para modificar el dibujo táctico para sacar ventaja de los espacios y garantizar superioridades. Con De Jong en el doble pivote junto a Romeu, el neerlandés se parece más que nunca al del Ajax. Y eso son grandes noticias para el Barça.
Calidad o físico
Que el fútbol moderno se orienta más a lo físico es claro. Pero hay que encontrar el equilibrio perfecto entre la fuerza y la calidad. Valverde, Tchouaméni y Camavinga son gacelas a campo abierto, pero incapaces de generar lo que Kroos o Modric en el juego estático. Los ingredientes están. Basta encontrar la cantidad exacta para crear el cóctel perfecto. No es fácil.
Cantera vs cartera
En el Madrid prefieren seguir mirando fuera antes que hacia abajo. Arribas, Blanco, Dotor, Rafa Marín, Peter... todos hicieron mérito para subir al primer equipo, al menos para estar en pretemporada con los mayores. Ancelotti va a lo práctico y el club prefiere gastar 20 millones -comisiones aparte- por Güler, aún por hacer.
En el Barça, ante las dificultades económicas, siguen contando con filiales. Fermín López, el último en salirles de lujo.
Dembélé, en su mundo
En medio de la fuerte presión que está ejerciendo el PSG para ficharlo, Ousmane va a lo suyo. Despreocupado, ajeno al ruído, es uno de los jugadores más desequilibrantes del mundo. Sólo habla en el campo, pero ojo cuando lo hace. Lo volvió a demostrar en Dallas. Si se va, el Barça perderá muchísimo.
Mendy... en el suyo, que no es igual
Ferland, por su parte, también tiene un mundo propio, el de Yupi. Si sube, baja andando, como si la cosa no fuese con él. Que corran otros, parece decir. Provoca agujeros enormes en su banda con sus salidas de tono. Normal que Courtois, Alaba y hasta Camavinga le echen bronca tras bronca. ¿De verdad quiere seguir jugando en el Madrid?