Sin algunas de sus estrellas, la Uruguay de Bielsa cumple contra Cuba (2-0)
El entrenador argentino solo incluyó en el once titular a uno de los futbolistas que participó en la goleada por 4-1 ante el conjunto centroamericano, el miércoles 14, el delantero Maximiliano Araújo, a la postre la figura del encuentro.
Bielsa continuó así probando jugadores de cara al comienzo de la clasificatoria sudamericana para el Mundial de 2026, en septiembre.
Comprobar si se acoplaban a la idea del nuevo seleccionador tanto como sus compañeros que jugaron ante Nicaragua era el principal atractivo del encuentro, disputado ante un público mucho menos numeroso que el que casi colmó las tribunas del Centenario seis días atrás.
De hecho, en los corrillos del estadio se hablaba más del sorpresivo anuncio, este mismo martes desde Porto Alegre, de un posible retiro anticipado de Luis Suárez, el mayor goleador de la Celeste de todos los tiempos, que del propio partido.
En cancha, la sorpresa provino de lo mucho que tardó el primer gol local.
En el minuto 26, a través de un penalti cometido a Maximiliano Araújo que ejecutó muy bien uno de los delanteros celestes más movedizos y hábiles en ese primer tiempo, el ex de Peñarol Facundo Torres.
Uruguay atacaba constantemente, pero reiteraba también las imprecisiones, tanto en ataque como en media cancha.
Desde el banquillo, Bielsa no ocultaba su disconformidad. Globalmente, el equipo no repitió -en intensidad, conjunción, buen juego- lo exhibido en el estreno del argentino.
Sobre el final de la primera parte, Cuba estuvo incluso a punto de empatar tras un córner muy mal defendido por la zaga celeste. Modesto Méndez falló en el puntilllazo final.
Puede y debe rendir más
Para la segunda parte Bielsa movió piezas buscando mayor dinámica, pero no cambiaron demasiado el panorama.
Uruguay tardó un cuarto de hora en hilvanar su primera buena jugada en ataque por intermedio de Torres y Brian Rodríguez. Un minuto después Joaquín Piquerez estrelló un disparo en el palo.
Pero seguía fallando en los pases y Cuba se las ingeniaba, sobre todo a través de su delantero Luis Paradela, para crear peligro.
Sergio Rochet en la primera parte y Santiago Mele, en la segunda, debieron esforzarse para evitar la caída de su arco, algo que no había sucedido el pasado miércoles, cuando Franco Israel, el guardameta celeste de esa noche, fue un mero espectador.
El portero cubano Arozarena fue también clave para retrasar el segundo gol uruguayo, que llegó finalmente a los 79 por medio de uno de los que más lo buscó, Maximiliano Araújo.
"Nos faltó elaborar mejor" esta noche, dijo el seleccionador en rueda de prensa.
"Nos imaginábamos una mayor diferencia, en el trámite y en el resultado", con más goles y creación de jugadas de peligro, y Cuba creó situaciones "en nuestro arco" que en principio "no nos imaginábamos", agregó.
"Fue un partido más difícil de lo esperado", reconoció a su vez el volante ofensivo Agustín Canobbio. "Hay que ser autocríticos, ellos se cerraron muy bien y no logramos recuperar el balón en tres cuartos de cancha", como estaba planificado.
Bielsa "nos pide intensidad" y eso faltó, admitió también Joaquín Piquerez.
El técnico rosarino, de todas maneras, empieza a plasmar su estilo y falta, sobre todo, que acople a algunos de estos jugadores con estrellas como Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, Darwin Núñez, Ronald Araújo y otras que no estuvieron presentes en estos dos amistosos.