Botafogo: radiografía de un desastre histórico que enterró el sueño liguero
La forma en que el histórico equipo de Río de Janeiro perdió su privilegiada situación trascendió las fronteras de Brasil, para tristeza profunda de sus sufridos aficionados y regocijo de sus adversarios.
A continuación, la guía de cómo el 'Fogão', campeón en 1968 y 1995, dejó escapar una estrella.
Paso 1. La sorpresa
Botafogo no estaba en el ramillete de favoritos a la corona al comienzo de temporada. El campeón defensor (Palmeiras), Flamengo y Atlético Mineiro atraían las apuestas debido al poderío de sus nóminas.
Pero los cariocas de Botafogo, con un plantel sin jugadores de renombre, tuvieron un inicio arrollador: 13 victorias en los primeros 15 encuentros, una nueva marca para el formato actual del Brasileirao.
Toda una sorpresa para un club que el año pasado regresó a la élite y estaba en proceso de transformación desde que fue comprado, en marzo de 2022, por el magnate John Textor, propietario del Olympique de Lyon y el Crystal Palace.
Paso 2. La ilusión
El fútbol está repleto de historias de grandes arranques que terminan en fiascos gigantescos, pero la del Botafogo lucía diferente: al término de la primera ronda logró la marca de 47 puntos de 57 posibles.
Aventajaba por 13 unidades a Palmeiras (2°) y Gremio (3°), por 15 a Flamengo (5°) y 20 a Atlético Mineiro (10°).
Y se enorgullecía de tener jugadores revelación como el portero Lucas Perri, el defensor Adryelson, el centrocampista Eduardo y el delantero Tiquinho Soares, goleador del campeonato.
"Los jugadores no viven el día a día, están ávidos por el mañana, por ganar, por ser primeros", destacó entonces el técnico Luis Castro.
Paso 3. El temblor
El portugués los comandó hasta la jornada 12, en junio, cuando los plantó inesperadamante para dirigir a Cristiano Ronaldo en el Al-Nassr saudí.
Su compatriota Bruno Lage, exentrenador del Benfica y del Wolverhampton, asumió el cargo en la decimosexta fecha con una propuesta de juego vertical, diferente al posesional de Castro.
Los feudos botafoguenses empezaron a temblar: lesiones o producción a la baja de los jugadores y los números en caída, con 13 puntos de 30 durante el mandato de Lage.
La armonía entre el grupo y la comisión técnica se resquebrajó y la holgada ventaja contra los rivales se redujo. La afición empezó a inquietarse.
Para el momento en que el luso fue despedido, a principio de octubre, Bragantino (2°) ya estaba a siete unidades, Palmeiras (3°) y Gremio (4°) se situaban a ocho, y Flamengo (5°) se colocaba a nueve.
"Vino queriendo imponer su estilo y ser campeón, lastimosamente no lo logró. Pero intentamos de todas las formas que funcionara", dijo Eduardo.
Paso 4. La caída
Preocupado y presionado, Textor apostó por una solución casera: el asistente técnico Lúcio Flávio. Tampoco dio resultado y en Brasil ya se hablaba de que se avecinaba un "ridículo" sin precedentes.
Bajo el mando de Flávio, el Botafogo perdió el liderato ante Palmeiras en la jornada 34, tras una mala racha en la que apenas obtuvo nueve puntos en ocho partidos.
Textor, que atribuyó los reveses a una supuesta "corrupción" arbitral, se jugó su última carta contratando a un hombre experimentado, Tiago Nunes, a falta de cuatro jornadas para el final del torneo.
Pero Nunes sólo consiguió cuatro puntos en igual número de partidos y el 'Fogão' llegará al último compromiso, el miércoles, sin opciones de tocar la estrella y con el Verdão como virtual bicampeón desde el domingo.
"Ninguna palabra que diga va a servir de consuelo para nuestros hinchas", dijo el entrenador. "Nunca había vivido lo que vivimos aquí", agregó.
Paso 5. El dolor
Perder el título fue doloroso. Pero la forma en que desaprovecharon las numerosas oportunidades que tuvieron para desbancar al 'Verdão' y alzar el trofeo ha sido sal en la herida para los fanáticos albinegros.
En especial lo sucedido en noviembre, con Flávio y Nunes en el banquillo, que les valió el apodo de club "mais pipoqueiro do Brasil", una expresión brasileña que alude al equipo pecho frío, que no suda la camiseta y no aparece cuando es necesario.
Contra Palmeiras y Gremio estuvieron por delante en el marcador (3-1), pero acabaron perdiendo. Bragantino les empató en el minuto 90+6 y el Santos lo hizo cuando ya se olía el descuento.
Lo peor, tal vez, ocurrió en la antepenúltima jornada: Tiquinho Soares anotó el 1-0, de penalti, en el 90+6 contra el descendido Coritiba. La victoria los dejaba a un punto del 'vigente campeón, pero cedieron la igualdad tres minutos más tarde.
Un usuario de X (antiguo Twitter) resumió el sentimiento de muchos 'botafoguenses': "Ya no siento nada, soy apenas un pedazo de carne que habla".