De Segunda a la Champions, la increíble progresión del Unión Berlín
Antes del partido del miércoles, sobre el papel, es difícil imaginar una mayor diferencia entre el Real Madrid, ganador de 14 títulos de la Liga de Campeones y el Unión Berlín, antiguo club de Alemania del Este y novato en la competición reina del fútbol europeo.
La simple comparación de los dos presupuestos suscita vértigo. Los 50 millones de euros de los berlineses no suponen ni la décima parte de los 800 millones de euros del conjunto blanco.
Hace poco más de cuatro años, el Unión Berlín disputaba una repesca a ida y vuelta para ascender a la Bundesliga ante el VfB Stuttgart, logrando un primer ascenso a la élite alemana merced a dos empates (2-2 fuera de casa y 0-0 en casa).
En cuatro temporadas, los pupilos de Urs Fischer, entrenador llegado al banquillo en la temporada del ascenso, 2018-19, han ido superando los escalones con una progresión constante: una undécima posición en la primera temporada en la Bundesliga con la permanencia asegurada; después, un séptimo puesto para disputar la Conference League; una quinta posición para presentarse en la Europa League; y la pasada temporada un cuarto puesto, sinónimo de boleto a la más prestigiosa de las competiciones europeas.
Es cierto que el juego ultradefensivo propuesto por el Unión de Fischer no es el más atractivo para el espectador neutral, pero los resultados acompañan y lo avalan desde hace más de cinco temporadas.
Dar sangre por el Unión
Club popular del barrio Köpenick, en la antigua parte oriental de la capital alemana, bajo dominio comunista entre 1945 y 1989, el Unión Berlín desarrolló un vínculo extrañamente fuerte con sus aficionados, que se movilizaron en numerosas ocasiones para acudir en su ayuda.
En 2004, ante las dificultades financieras del club para inscribirse en Tercera división, dieron así su sangre para recoger fondos lanzando la campaña 'Bluten für Union' ('Da sangre por el Unión').
Cuatro años más tarde, esos mismos aficionados se remangaron para trabajar en la renovación del estadio Alte Försterei, para que cumpliese las condiciones para jugar en Tercera división.
Para sus partidos en casa de la Champions, el Unión deberá renunciar a jugar en su recinto de 22.012 localidades, de las que 18.400 son de pie, por el estadio olímpico de Berlín con su aforo para 74.475 personas, utilizado durante la temporada por el vecino Hertha Berlín, que descendió a la Segunda alemana en 2022/2023.
El himno del club "Eisern Union!", interpretado por Nina Hagen, la cantante estrella de los años 1970 y 1980 y nacida en Berlín Este, precederá al himno de la Champions antes de los partidos como local.
Para continuar con su vertiginosa ascensión, el Unión fichó este verano al internacional alemán Robin Gosens, finalista de la Liga de Campeones con el Inter de Milán, y fichaje más caro de la historia del club por cerca de 15 millones de euros. Kevin Volland (Mónaco) y Leonardo Bonucci (Juventus Turín) también han tomado camino de Köpenick en el 'mercato'.
"No vamos a ir a Madrid como espectadores y sólo a maravillarnos. Debemos intentar tener el mejor inicio posible en Liga de Campeones", previno Gosens, más habituado a las justas europeas que los aficionados del Unión Berlín.