El papel de los secundarios ha sido fundamental en la épica madridista
Empezando por la portería. Nadie daba un duro al inicio de temporada por Andriy Lunin. Pero la grave lesión de Courtois, con su posterior recaída, y sus méritos en el terreno de juego, cuando todo hacía indicar que iba a ser suplente de Kepa, le han consagrado como titular indiscutible en el Madrid de Ancelotti.
El ucraniano ya había tenido actuaciones estelares anteriormente, como por ejemplo en la ida de los octavos de final frente al Leipzig. Pero ante el Manchester City se doctoró a nivel mundial.
Aguantó el asedio constante de los skyblues, ya que de los 22 disparos que efectuaron, nueve fueron repelidos por él mismo. Y luego llegó la tanda de penaltis, que afrontó con tranquilidad y seguridad. Detuvo el lanzamiento de Bernardo Silva, adivinando sus intenciones y quedándose en el medio de la portería, lo que se ha convertido en una de las imágenes de la eliminatoria. Posteriormente, paró el disparo de Kovacic que a la postre sería definitivo. Después de sus cesiones en Leganés, Valladolid y Oviedo, Lunin cumple su cuarta temporada en el primer equipo y ha sido la de su eclosión.
La defensa
Pero no sólo de la portería vivió el Real Madrid en la noche del miércoles. El trabajo de toda la defensa fue extraordinario. Y en la misma participó Nacho como central, protagonizando una acción fundamental en la que protegió un balón clave que amenazaba Haaland. El de Alcalá de Henares completó un gran partido junto a Rüdiger, que se ha asentado como titular y se ha convertido en el sheriff de la zaga, pese a empezar el curso como teórico suplente de Alaba y Militao, que padecieron graves lesiones. En la prórroga, el alemán subió al ataque y tuvo una ocasión clara para hacer el 1-2.
Por si esto fuera poco, Lucas Vázquez entró en la prórroga sustituyendo a un exhausto Vinicius, que acabó con problemas físicos. El gallego aportó en la prórroga. Después, llegaron los penaltis. Tras el fallo de Modric y el acierto de Bellingham, lanzaron estos tres jugadores.
Lucas se dirigió al punto de penalti dando toques al balón como si no pasara nada y convirtió el lanzamiento con solvencia. Nacho no falló y Rüdiger marcó la pena máxima decisiva. Aunque habitualmente los titulares se los lleven los Vinicius, Bellingham y Rodrygo, el Madrid tiene calidad en cualquier demarcación por partida doble.