Xavi se ahoga en Europa al frente del Barça: siete victorias en 20 partidos
Xavi Hernández lleva dos años como técnico del Barcelona, tiempo en el cual ha podido disfrutar de momentos felices y vivir otros más amargos. Los propios enfrentamientos directos contra el Real Madrid resumen bien su trayectoria: desde ganar por 0-4 en el Santiago Bernabéu hasta perder por ese mismo resultado en el Camp Nou (eso sí, en contextos diferentes). El último duelo entre ambos, mucho menos decisivo que otros anteriores, también refleja bien la bipolaridad del club azulgrana.
Los culés se presentaron en Hamburgo con la esperanza de tumbar al Shakhtar Donetsk para, de esa forma, asegurar el billete a los octavos de final de la Champions League, objetivo que no han cumplido en las temporadas 2021/22 y 2022/23. Es por ello que colarse entre los 16 mejores del torneo es prácticamente una obligación para una entidad que sigue persiguiendo dicha tarea desde la marcha de Leo Messi, ahora en el Inter Miami estadounidense.
El plantel ucraniano se impuso por 1-0 y retrasó la clasificación del Barça, que lidera con los mismos puntos que el Oporto (nueve). El primer puesto está en claro peligro, pero muy mal se tiene que dar para no acabar al menos en la segunda plaza. Un triunfo más bastaría -reciben al Oporto en la quinta jornada y cierran la fase de grupos con la visita al Amberes- para evitar la debacle por tercera vez consecutiva. El compromiso ante los belgas se presenta bastante asequible, como se vio en la ida.
Un gran margen de mejora
El todavía joven entrenador ha empatado seis de los 20 partidos que ha dirigido en Europa, mientras que el número de victorias y de derrotas es similar (siete) tras lo ocurrido este martes en tierras germanas. El balance es cuanto menos pobre porque son números incompatibles con el éxito y están lejísimos respecto a los de aquellos gloriosos tiempos con Pep Guardiola e incluso con Luis Enrique, artífices de dos sextetes para la posteridad.
Xavi debutó con un insuficiente 0-0 frente al Benfica porque vencer era casi imprescindible. Luego, de hecho, llegó aquel contundente 3-0 ante el Bayern de Múnich, bestia negra para el preparador catalán, que también acabó muy señalado ante el Eintracht de Frankfurt (2-3) y, meses más tarde, contra el Manchester United (2-1). Esos dos malos resultados frustraron el avance en la Liga Europa, un consuelo menos que tampoco llegó.
Hasta la fecha, el de Terrassa puede presumir de haber ganado a estos duelos: Nápoles (2-4), Galatasaray (1-2), Viktoria Plzen por partida doble (5-1 y 2-4), Amberes (5-0), Porto (0-1) y Shakhtar (2-1). Un buen puñado de elogios recibió al imponerse con tanta contundencia a los italianos, que entonces comandaban la Serie A con puño de hierro (levantaron el título sin oposición), pero más allá de esa gran noche, el resto de oponentes están lejos de poder pugnar por la Champions.