La alegría, la magia y el buen juego ha regresado a la selección Colombia. Después de la caída en las eliminatorias rumbo a Catar 2022 y de la posterior salida de Reinaldo Rueda del banquillo, Néstor Lorenzo edificó una plantilla competitiva, que le ha plantado cara a Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay, entre otros, desde que el director técnico argentino asumió las riendas del proceso.
Una de las claves del éxito de Lorenzo en su etapa como seleccionador colombiano es la resurrección de James Rodríguez. En la Copa América, por lo menos, el antiguo jugador del Real Madrid ha sido una de las figuras de la ‘tricolor’. En tres partidos se convirtió en el MVP y, además, suma siete asistencias y un gol en lo que va del torneo.
En el once ideal de los cuartos
Contra Panamá, por ejemplo, Rodríguez obtuvo un puntaje de 9,1, el más alto de la cancha. Ofreció dos asistencias y marcó una anotación vía penalti.
Las actuaciones de James Rodríguez le han permitido quedarse con un lugar en el once ideal de los cuartos de final de la Copa América, con una valoración superior a jugadores como Leo Messi, Lautaro Martínez o Federico Valverde. Su influencia en Colombia es cada vez mayor. Completa 104 partidos jugados, 28 goles y 32 asistencias.
El presente del antiguo centrocampista del Madrid en materia de clubes es distinto al que ofrece en la selección Colombia. El Sao Paulo no cuenta con él. La intención del jugador es regresar a Europa y, al parecer, el Besiktas de Turquía estaría interesado en sumarlo a su plantilla.
A pesar de la incertidumbre que rodea su futuro, el presente del volante creativo es ilusionante. Colombia se enfrentará a Uruguay en una semifinal de Copa América que promete. James Rodríguez espera ponerle fin a una sequía de 23 años sin títulos para los cafeteros, que celebraron en 2001 su primera y única Copa América en su historia.