El Verdao alcanzó el jueves en Buenos Aires diez partidos consecutivos sin perder (siete victorias y tres empates) en la presente edición. El trabajado 0-0 deberá transformarlo en éxito cuando reciba al Boca Juniors, tocado tras la última y dolorosa derrota.
Acostumbrado a manejar los tiempos del partido, el plantel del técnico Abel Ferreira se acogió a un plan cauto para hacerle frente a Boca, que a pesar de la dinámica y el protagonismo desplegado fue incapaz de quedarse con la victoria.
"Ahora tenemos que creer. El Xeneize tiene las mismas aspiraciones que nosotros, pero ahora jugamos en casa. Conocemos bien nuestro campo e intentaremos todo para estar en la final, porque es lo que nos propusimos desde el primer día", sostuvo el entrenador luso de 44 años.
Con Ferreira en el banquillo, el Palmeiras conquistó las Libertadores de 2020 y 2021, mientras que al año siguiente cayó en las semifinales con el Athletico Paranaense. La primera Copa fue en 1999, con Luiz Felipe Scolari como entrenador.
En la que ha sido considerada la mejor actuación de Boca en la era Almirón -frente a Palmeiras llegó a 35 partidos dirigidos desde que asumió a comienzos de abril-, el Xeneize hizo todos los méritos para ganar ante su exigente afición, obsesionada con alzar el séptimo trofeo de Libertadores para igualar con Independiente como el máximo ganador de la competición.
El 0-0 dejó la serie abierta y ahora la batalla se trasladará al majestuoso Allianz Parque de Sao Paulo, donde se encontrará con un condicionante importante: el césped sintético.
"Merecimos ganar por lo menos con una diferencia mínima", afirmó Jorge Almirón. "Ahora vamos a su casa y nosotros también tenemos hombres acostumbrados a jugar en canchas difíciles", apuntó.
El contrastado club argentino, muy a su pesar, se presentará en territorio brasileño cargando un dolor en su conciencia: la derrota 2-0 del domingo en La Bombonera frente su archienemigo River Plate, un partido en el que saltó al campo con diez suplentes y terminó jugando infructuosamente con el plantel principal.
Inter, ¿el conjuro para el 'dinizismo'?
Apenas cuatro puntos por arriba de los puestos de descenso en el Brasileirao, el Internacional de Porto Alegre apostó todas sus fichas por llegar a la final de la Libertadores en el Maracaná.
Y una de esas movidas fue entregarle el mando del 'Colorado gaúcho' al argentino Eduardo 'Chacho' Coudet a mediados de julio.
En el camino copero aparecieron River Plate, en los octavos de final, y Bolívar, en los cuartos. A ambos despachó. Y en las semifinales, el turno fue para Fluminense, al que le sacó un 2-2 el pasado miércoles en un emocionante partido en el mismísimo Maracaná.
"Estamos a una victoria de la final jugando en casa. Es una realidad buena y positiva. Me quedo con esta sensación positiva. Vamos a jugar en el Beira-Río con nuestra afición y vamos a prepararnos para hacer un gran partido como el de la ida", afirmó Coudet.
Bicampeón de la Libertadores (2006 y 2010), Inter fue capaz de poner contra las cuerdas al Flu, uno de los pocos equipos grandes de Brasil que nunca ha conquistado el principal torneo de clubes de América.
Con Fernando Diniz, que compagina la dirección técnica del 'Flu' con el cargo de seleccionador brasileño, la contrastada entidad pregona un estilo de 'jogo bonito' que ha deparado en valiosos resultados tanto en el Brasileirao como en la Libertadores, y que sus más fieles seguidores rápidamente bautizaron como "dinizismo".
Pero Coudet parece haber encontrado el conjuro contra esa expresión futbolística.
"No se puede predecir ni anticipar lo que va a pasar. Tenemos que estar preparados para todo lo que el Inter pueda hacer en el partido", destacó Diniz.
Programa de las semifinales de la Copa Libertadores
Miércoles (02h30 CET del jueves)
En Porto Alegre: Internacional - Fluminense (2-2)
Jueves (02h30 CET del viernes)
En Sao Paulo: Palmeiras - Boca Juniors (0-0)