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España y la Eurocopa, una historia de 64 años de alegrías y decepciones

AFP
Casillas levanta el trofeo de ganador como campeón de la Eurocopa 2012
Casillas levanta el trofeo de ganador como campeón de la Eurocopa 2012AFP
Con tres títulos y cuatro finales, España llega a Alemania para seguir escribiendo páginas de su historia en la Eurocopa, la competición internacional que más alegrías ha dado a la 'Roja' pese a largos periodos de letargo.

Una afinidad que se remonta a la primera edición del torneo, en 1960, con Francia como anfitrión, en la que España destacaba como favorita entre las 17 selecciones participantes.

Una generación con jugadores de talla mundial como Alfredo di Stéfano o Luis Suárez vio frustradas sus oportunidades debido a la situación política mundial. El régimen del dictador Francisco Franco decidió retirar a la selección para evitar un cruce en cuartos contra la Unión Soviética comunista, que acabó levantando el título.

Como si estuviera escrito, el destino quiso que cuatro años después, con España como sede, soviéticos y anfitriones alcanzaran la final, esta vez sin interferencia política.

Todavía con Suárez pero ya sin Di Stéfano, el protagonista del título fue 'Chus' Pereda, que anotó el primer gol a los 6 minutos y asistió al cabezazo de Marcelino Martínez para asegurar la victoria por 2-1 en un Santiago Bernabéu lleno a rebosar. Un éxito que, a tenor de lo vivido hasta entonces, no hacía presagiar 44 años de espera.

Un oasis en 1984

En ese mismo estadio madrileño, España claudicó ante Inglaterra en cuartos de final (1-2) de 1968. Peor fue la actuación en 1972, en la que un segundo puesto en su grupo privó a España de acceder a la fase de eliminatorias por primera vez en su historia.

Aquellas eliminaciones coincidieron con un pobre rendimiento en el Mundial y la pérdida del estatuto de potencia europea frente al auge de selecciones como Italia o Alemania Federal, verdugo de la 'Roja' en cuartos de 1976.

Y sin embargo, tras caer en fase de grupos en 1980 y sobre las cenizas del roto sueño mundialista de 1982, España erigió un recorrido épico en la Eurocopa 1984, que devolvió la ilusión a los aficionados. Primero, con una clasificación 'in extremis' tras golear por 12-1 a Malta, y después, alcanzando la final contra la anfitriona Francia.

20 años después, España se encontraba de nuevo ante una ocasión única para levantar su segundo título, guiada en el ataque por un sensacional Carlos Santillana y protegida por el guardameta y capitán Luis Arconada, pero los 'Bleus', con Michel Platini como héroe, se hicieron con su primera Eurocopa, volviendo a romper el corazón de la 'Roja'.

Tras ese oasis, llegaron otros 24 años de travesía por el desierto, cayendo dos veces en cuartos (1996, 2000), dos en fase de grupos (1988, 2004) y sin lograr clasificarse en 1992.

Una generación dorada... y ganadora

La mala actuación en Portugal 2004 no hacía presagiar que algunos de sus participantes, como Xavi Hernández, Iker Casillas o Fernando Torres serían protagonistas de una reconciliación con el éxito cuatro años más tarde.

Desde la fase de grupos de la edición 2008, España dio señales de ser uno de los candidatos al título, venciendo sin sufrir sus tres partidos y superando el techo simbólico de los cuartos de final contra Italia en una tanda de penales que cambió el rumbo de la historia de aquella generación.

El gol de Torres contra Alemania en la final de Viena puso fin a una larga espera de más de cuatro décadas y sirvió de pistoletazo de salida a un ciclo histórico de éxitos.

Con Vicente del Bosque, España alargó su dominio continental en 2012, imponiéndose por el camino a favoritos como Francia o Portugal y goleando en la final a Italia (4-0).

Y en mitad de la esperada y lógica transición generacional que vino después, la 'Azzurra' se vengó eliminando a España en octavos de final de 2016, el torneo que supuso el adiós para muchos de los futbolistas protagonistas de los mayores éxitos de la 'Roja'.

Un lustro más tarde, de nuevo los 'Azzurri' fueron verdugos de una plantilla española plagada de caras nuevas, que alcanzó las semifinales rindiendo por encima de las expectativas de propios y ajenos.

Con muchas caras nuevas y sin la excesiva presión de otros grandes favoritos, España espera seguir creciendo en una nueva edición del torneo en el que mejor sabe brillar.