Leila Ouahabi fue una de las futbolistas que integró aquel grupo desertor en 2022, un antes y un después en la selección femenina. Algunas, como Patri Guijarro, Mapi León y Claudia Pina, ni siquiera han vuelto a sumar internacionalidades desde entonces, cuando la última edición de la Eurocopa estaba muy reciente. Eso sí, son casos distintos porque ya recibieron la llamada de Montse Tomé meses atrás (sub-23 en el caso de Pina) y todas optaron por abandonar la concentración.
La ex del Barcelona formó parte del once ante Dinamarca y ofreció un gran rendimiento en el lateral izquierdo (7,3 puntos sobre 10 según la Inteligencia Artificial de Flashscore). Completó los 90 minutos y estuvo acompañada en defensa por Laia Codina, Irene Paredes y Oihane Hernández. Con los goles de Jenni Hermoso y Mariona Caldentey, esta última de penalti, España ganó por 0-2 y sin apenas sobresaltos.
"Estoy muy bien y muy contenta por poder tener esta oportunidad. Me han acogido superbien, tenía muchas ganas de volver a compartir vestuario con ellas. Muchas son amigas (especialmente aquellas con las que coincidió en el Barça) y las echaba de menos, la verdad. Voy a aportar todo lo que tengo y voy a estar muy positiva. Estar aquí es un privilegio y voy a aprovecharlo", reconocía esta semana ante los medios oficiales de la RFEF.
"Tengo mucha ilusión. Quiero disfrutar. La exigencia es máxima. Jugar con ellas es increíble, el ritmo es muy alto y muy competitivo", agregaba Ouahabi a lo largo de la conversación. "¿Quién no sueña? Ojalá poder estar", respondía posteriormente a la pregunta de si se ve entre las elegidas por Tomé para los Juegos Olímpicos de París. Lo cierto es que parece tenerlo bastante complicado.