Cuando se hizo el sorteo de la Eurocopa de Alemania 2024, quedó muy claro cuál era el Grupo de la Muerte. Ni más ni menos que el B. La defensora del título (Italia), la única que ha ganado el torneo dos veces seguidas (España) y la subcampeona del mundo en 2018 (Croacia). Junto a ellas, una invitada (Albania), que podía aguar la fiesta a las otras tres grandes.
Había muchas posibilidades de que un coco se quedara fuera en la primera fase. Con esa amenaza se presentaron los balcánicos en la tercera jornada, sabiendo que sólo un triunfo les metería en octavos de final. Con ello en mente, el combinado ajedrezado se apoderó del esférico durante los minutos de apertura.
Los transalpinos prefirieron empezar agazapados en su campo, aguardando para ver cómo afrontaba su rival la contienda. De ese modo, con su estilo tan característico consiguieron que los de Zlatko Dalic movieran mucho la pelota, pero no consiguieran producir ocasiones de peligro.
Poco a poco, la Azzurra se fue desperezando y, una vez analizado su contrincante, se estiró para gozar de mayor protagonismo. Así, los atacantes italianos gozaron de alguna que otra oportunidad para marcar, pero terminaron anuladas por un inspirado Dominik Livakovic.
Pese al arranque de orgullo de Italia, Croacia logró restablecer el orden y ponerse al mando de las operaciones de nuevo. Sin embargo, no les dio para deshacer el 0-0 antes del descanso. Regresando de vestuarios, todo cambió. Dalic volvió a recurrir al agitador Ante Budimir para poner el partido patas arriba.
Final de infarto
La fórmula vovió a funcionar a las mil maravillas, igual que contra Albania. El delantero del Osasuna atrajo la atención de la defensa para que Luka Modric pudiera hacer su magia. En apenas dos minutos, el de Zadar aprovechó e hizo de todo. Falló un penalt, quedó en la lona, se levantó, recogió un balón muerto dentro del área y marcó el 1-0 que colocaba a los suyos en octavos como segundos del Grupo B.
No perdió el ADN Real Madrid ni en el momento más complocado el '10'. De rozar la tragedia a ocupar un lugar de privilegio en dos sencillos actos. El resto, un drama ajedrezado: Croacia aguantó contra viento y marea las aremetidas de Italia, ocho minutos de añadido mediante, y, en la última jugada del choque, se quedó fuera de la Eurocopa por un gol de Mattia Zaccagni.
Jugador Flashscore del partido: Luka Modric.