Portugal y Francia se reencuentran en un partido que evoca emociones fuertes
Tras el histórico triunfo de la selección lusa en la Eurocopa de 2016, en una final de infausto recuerdo para los franceses y que eternizó a Éder en las grandes competiciones internacionales, Portugal y Francia se han enfrentado tres veces más: dos en la Liga de Naciones (una victoria para los de Deschamps y un empate) y la más reciente en la fase de grupos de la Euro de 2021.
Pues bien, el destino ha querido que se produzca un nuevo encuentro, esta vez en cuartos de final, y que uno de los aspirantes a la victoria se quede en el camino. En un duelo entre dos colosos del fútbol mundial, con estrellas como Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé al frente de sus respectivas selecciones, nadie querrá perderse un ápice de lo que sucederá en el Volksparkstadion de Hamburgo.
Michael Oliver es el elegido para arbitrar el partido y hasta que el inglés haga sonar su primer silbato hay una serie de preguntas que están en el subconsciente de los aficionados, a las que los seleccionadores Roberto Martínez y Didier Deschamps tendrán que encontrar respuesta si quieren encontrar el camino hacia las semifinales de la Eurocopa.
¿Cuáles son los puntos más débiles de Francia? ¿Dónde puede cometer errores Portugal? ¿Cómo encajarán los equipos? Flashscore reunió a las redacciones de ambos países para encontrar posibles respuestas.
El maestro Vitinha
Vítor Machado Ferreira, o simplemente Vitinha. Este nombre no es ajeno al fútbol de alto nivel, sobre todo para los franceses, que tienen la oportunidad de seguir de cerca el enorme talento del centrocampista del París Saint-Germain.
El número 23 ha sido uno de los principales destacados del equipo e incluso podría decirse que existe una Portugal con y sin Vitinha, como se comprobó en el último partido contra Eslovenia. El jugador de 24 años actúa como una especie de director en una orquesta que aún busca la mejor versión de algunos de sus futbolistas -Bruno Fernandes, Bernardo y Ronaldo, por ejemplo, tienen capacidad para (mucho) más-.
Se espera que la batalla en el centro del campo ocupe un lugar central en este Portugal-Francia, y si el cuadro luso quiere llevar la iniciativa en esta zona tendrá que mantener un patrón común en partidos anteriores: la posesión. El equipo de CR7 y compañía ha sido superior en esos términos a todos sus rivales hasta la fecha, y sólo en uno tuvo un porcentaje inferior al 65%.
Ante un rival al que le cuesta un poco reaccionar tras una derrota, será fundamental que Portugal domine la posesión desde el principio para crear esa incomodidad a los franceses, obligados a hacer ajustes en su once por la sanción de Rabiot. Hay dos candidatos para la vacante: Camavinga y Fofana. La idea es preservar la solidez defensiva en el centro del campo, algo que encontraron ante Bélgica.
Otro ingrediente clave a añadir a la ecuación: la paciencia. Al asumir la responsabilidad del juego, es decir, el dominio en aspectos como la posesión y el número de pases (una media de 629 por partido), los de Martínez tendrán que ser pacientes para encontrar los espacios libres que le permitan progresar por el campo y llegar al área de Mike Maignan. Y Francia, gracias a su verticalidad, deja algunos huecos que pueden ser aprovechados.
¿Dónde estás, Ronaldo?
A pesar de un partido de enorme desgaste físico y mental, Cristiano es un pilar en la alineación de Roberto Martínez para el importante duelo de este viernes. Como dijo el seleccionador, "a veces basta una ocasión para que marque", algo que no ha sucedido hasta ahora en la Eurocopa, por lo que no cabe duda de que será la principal amenaza ofensiva de Portugal.
El jugador del Al-Nassr no ha sido el tipo de delantero disponible para remontar el choque, entre otras cosas porque a sus 39 años tiene que gestionar su depósito de energía de una manera completamente diferente, por lo que es necesario crear las condiciones para que el balón llegue a sus pies (o a su cabeza).
La Seleção apostó mucho (sin apenas éxito, la verdad) por los centros al área ante Eslovenia, pero ahí podría estar el oro.
Con dos laterales muy ofensivos (João Cancelo y Nuno Mendes), el espacio a la espalda de la defensa francesa también es una de las posibles zonas a explotar. Es cierto que en la zaga gala están Saliba y Upamecano, pero Ronaldo, en su mejor momento, podría acabar mojando.
Aprovechar la ventaja física
Con la introducción del 4-4-2, el técnico francés buscaba desesperadamente la fórmula perfecta para recuperar su base defensiva. El objetivo se ha cumplido, y el partido contra Bélgica ofrece algunas garantías en ese sentido. El seleccionador y su equipo repetirán el experimento, dejando de nuevo en el banquillo al inconstante Ousmane Dembélé.
Con este bloque de equipo, el principal objetivo de los Bleus será contener a su rival durante la mayor parte del partido, sabiendo que la posesión será probablemente para el plantel luso. Además de este sistema, los franceses se apoyarán en su fuerza física para intentar imponerse en los metros finales y, por qué no, también lo más pronto posible en el centro del campo, con la ayuda de un contraataque eficaz.
Como suele ocurrir con Deschamps, el principal objetivo será no recibir goles, aunque eso implique no responder adecuadamente en ataque. Sin embargo, con el nivel individual que hay, sólo hace falta una ocasión para marcar.
La formación inicial es sencilla y es la que adoptarán los Bleus en la fase defensiva, como hicieron contra los belgas. Luego, esas oportunidades -que sin duda llegarán en transición y/o al contragolpe- deberán ser aprovechadas al máximo por Mbappé, Thuram, Griezmann y compañía.
Mbappé, el arma letal de Deschamps
Si hay un jugador que tendrá que marcar la diferencia para los Bleus, ése es Kylian Mbappé. En primer lugar, porque es la estrella de la selección francesa y su capitán, y se espera que deje su impronta en este tipo de citas. Es cierto que su temporada intermitente y su fractura de nariz no le han ayudado a desarrollar su mejor fútbol, pero en el partido contra los hombres de Tedesco demostró que el nuevo jugador del Real Madrid ha mejorado.
También es importante darse cuenta de que el flanco derecho de la defensa portuguesa es, en teoría, uno de los puntos débiles del equipo. ¿Por qué? Porque Cancelo, por muy bueno que sea ofensivamente, puede fallar atrás.
Con el balón, Roberto Martínez da a su futbolista toda la libertad posible para superar a sus compañeros en el centro del campo u ofrecer una solución por la derecha. Pero un esfuerzo ofensivo significa espacio potencial para ser explotado en el contraataque. ¿Y quién está en esa zona? Kylian Mbappé, por supuesto.
Por eso Kylian tiene que jugar su mejor partido en la Eurocopa. Es capaz de hacerlo, y los Bleus aprovecharán seguro esta debilidad para asestar un golpe el viernes por la noche. Y si eso no funciona, siempre está la opción de añadir otra capa con Bradley Barcola saliendo desde el banquillo...