El 19 de marzo el Getafe derrotó por 2-0 en el Coliseum Alfonso Pérez al Sevilla. Tras aquel partido fue destituido Jorge Sampaoli (Quique Sánchez Flores seguiría el mismo camino unas semanas más tarde). El equipo hispalense estaba tocado y casi hundido. 

Para intentar levantar el ánimo de la tropa y reconstruir un equipo descosido se recurrió a un veterano cuya llegada se acogió con incertidumbre y recelo. José Luis Mendilibar cambió sus largos paseos a través de los montes de Zaldívar por un banquillo caliente para reconducir un equipo a la deriva. 

Ni el más optimista pudo imaginar el resultado de un fichaje “parche” para acabar la temporada con dignidad mientas se buscaba un nuevo guía para empezar un proyecto diferente a partir del verano. 

Sin embargo, el destino depara sorpresas y desde que llegó “Mendi”, en diez partidos el equipo ha ganado 6, ha empatado 3 y sólo ha perdido uno (con el Girona). Logró un empate milagroso en Old Trafford y mereció ganar en el Juventus Stadium. Si no lo hizo fue por un gol fuera de tiempo de los turineses que deja la eliminatoria abierta para la vuelta. 

En el Sánchez Pizjuán, Di María, Vlahovic, Chiesa, Bonucci, Rabiot, Locatelli y demás estrellas de la “Vecchia Signora” se van a encontrar un ambiente como pocas veces habrán visto a pesar de su gran experiencia. El Sevilla arrolló al Manchester United en el infierno del Pizjuán y a la Juve le espera una pesadilla similar. Pero ¿y si no pasa? Es algo que puede ocurrir porque los italianos no dejan de ser un equipazo con mucho más presupuesto que los andaluces, muchas figuras y una gran historia que los respalda. 

Una apuesta de futuro

En ese caso, con pocas opciones de alcanzar el 7º puesto que da acceso a Conference League, ¿iría Monchi a buscar otro entrenador? ¿qué más méritos tiene que hacer Mendilibar para demostrar lo que vale? Si hubiera confianza real en él deberían ofrecerle la renovación ya mismo y demostrarle que es una apuesta permanente y no provisional. Se lo ha ganado.