Javi Guerra se ha convertido, a sus 20 años, en la cara visible de un club que sufre una clara involución desde hace varias temporadas. La Champions League es una quimera y el resto de competiciones europeas también se ven lejanas pese a estar en la novena posición en la tabla. El canterano está siendo fundamental para mantener a los suyos en la zona media, aunque la racha de cuatro jornadas consecutivas sin ganar no invita precisamente al optimismo.

"Sólo había venido una vez a la selección, pero gracias a ese gran cambio en Valencia me he visto recompensado con la llamada y, la verdad, estoy muy contento por todo lo que me ha pasado en este último año", explicó el jugador ante los medios oficiales de la Real Federación Española de Fútbol durante la concentración con la selección sub-21., un plantel que no pudo pasar del empate frente a la sub-23 de Uzbekistán el pasado viernes (0-0).

"No he notado gran cambio porque sigo haciendo las mismas cosas. Vivo en casa y llevo el coche que me dan en el club. Es la vida de cualquier chico de 20 años que estudia y que, además, juega al fútbol. Esto es lo que siempre he querido", continuó Guerra. Por otro lado, hizo referencia a su deseo de "conseguir títulos y grandes cosas" como internacional y, también, expresó la alegría que le genera representar a España porque es algo "muy especial".

El mediocentro puso el foco en la salud que tiene el vestuario: "Estamos orgullosos de dejar en buen nivel al Valencia y sí que tenemos más relación entre nosotros (Fran Pérez y Diego López), pero es buena entre todos y creo que es un gran grupo". El autor de tres goles en la presente edición de LaLiga EA Sports es optimista respecto al futuro de la Rojita porque "ya se está viendo" que pueden "conseguir grandes cosas". En esa misma línea, comentó que el partido ante Escocia fue especialmente duro y ve oportuno mantener esa "misma mentalidad" contra Kazajistán para "seguir en el liderato".