Montse Tomé tiene trabajo por delante en este frenético verano. Las vacaciones han sido muy reducidas para las internacionales, que apenas han podido disfrutar de una semana de asueto, y el inicio de los Juegos Olímpicos está cada vez más cerca. Por el camino a París, dos encuentros oficiales con aroma a amistosos.
"Es el segundo entrenamiento para nosotras, desde el primer día estamos pensando en cómo mejorar. Esta semana y la que viene va a tener un componente condicional del área física importante, aunque ellas vienen con mucha base. Damos prioridad a eso. Hay fatiga. Blanca (Romero) es quien coordina dicha labor", explicó la seleccionadora.
"Todo lo que hacemos en el gimnasio es pensando en el fútbol y para que tenga transferencia en el juego. Queremos asentarnos en estos días y aprovechar cada detalle. Nuestro objetivo es el día 25 contra Japón, pero antes tenemos dos partidos contra República Checa y Bélgica que nos preparan para los Juegos Olímpicos, donde tenemos puesto el foco", indicó.
Tomé, cuyo puesto dejó de estar discutido a partir de coleccionar victorias, reconoció que esos dos compromisos se presentan trascendentales de cara a optimizar el estado de la Roja antes de aterrizar en la capital francesa: "Necesitamos acumular minutos de competición y esto nos va a venir muy bien".