El Getafe machaca el crédito de Diego Alonso en el Sevilla (0-3)
Lo peor que le puede pasar a un equipo en crisis de confianza es encajar un gol a las primeras de cambios. Eso le sucedió al Sevilla. A los cuatro minutos, Borja Mayoral ya había puesto el 0-1 de penalti. Una pena máxima, en el sentido literal de la expresión, que llegó por una mano de Juanlu muy protestada por proceder de un rebote.
Rakitic, entre gritos de ánimo de su afición, quiso liderar la reacción, pero ésta se quedó en un disparo muy centrado que no supuso ningún problema para Soria. Como tampoco los continuos pases en largo a los que obligaba la adelantada presión del Getafe. Por ahí andaba un veloz Gastón que anuló cualquier intento de En-Nesyri y Ocampos.
Conforme avanzaba el partido, los sevilistas iban cediendo en su ímpetu. Lo que aprovecharon los azulones para asomarse de vez en cuando a los dominios de Dmitrovic, contagiado del nerviosismo que ya afloraba en sus compañeros y en la grada. Y lo peor terminó llegando. Tras los avisos de Mayoral y de Latasa, llegó un robo de balón en zona de tres cuartos, una asistencia al hueco de Greenwood -qué jugador- y un remate de Mata por encima del serbio para poner el 0-2.
"Directiva, dimisión; estamos hasta los hue…" fueron algunos de los cánticos que se escucharon con claridad en un Pizjuán harto ya de su equipo y que se multiplicaron en decibelios al finalizar el primer tiempo.
Sin respuesta
Se esperaba una salida en tromba del Sevilla, aunque fuese por orgullo. Apareció el otrora descartado Januzaj por Kike Salas, mas no cambió nada. Y luego Suso y tampoco. El bloqueo mental era de tal envergadura que los de Diego Alonso jugaban al patadón, como en un patio de colegio.
Los sevillistas, hastiados del ridículo espantoso de los suyos, la tomaron con algunos. Con Dmitrovic, con Rafa Mir cuando entró al campo... un clima asfixiante que aún se hizo más irrespirable cuando llegó el tercero, obra del ambidiestro Mason Greenwood de penalti. Otro que provocó Juanlu por saltar con los brazos abiertos. Y es que cuando todo se vuelve del revés, no hay nada que hacer.
Gran parte del público abandonó a los suyos. Los que se quedaron lo hicieron para abuchear a todo lo que se moviera en el palco y en el banquillo. El Sevilla está herido de muerte y no parece que Diego Alonso, que aún no ha ganado en LaLiga, sea capaz de levantar lo que ya huele a cadáver.
Jugador Flashscore del partido: Mason Greenwood (Getafe).
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