El picotazo de La Araña salva al Atlético de la deblace en Balaídos (0-1)
Centro de datos del Celta-Atlético de Madrid
En el partido 500 de Aspas, fue Simeone quien quiso restarle protagonismo colocando a su hijo Giuliano, delantero, como titular... y como carrilero izquierdo. Pasada la sorpresa inicial, y tras varios encontronazos entre Borja Iglesias y Reinildo, fue Swedberg el que por fin puso interés al asunto. Cruzó demasiado su remate, pero sirvió para encender la mecha de las oportunidades.
Fue Griezmann, en su vuelta a la titularidad, quien intentó insuflar ánimos a sus compañeros, pero la presión viguesa era tan efectiva que pronto cortocircuitó la red de pases colchoneras. Ni un solo disparo a puerta que llevarse a la boca. El Celta se encontraba mejor. Reinildo evitó con su velocidad que Aspas se quedase solo ante el portero. Le Normand también tuvo que aparecer por si las moscas. Y Oblak se tuvo que estirar como un chicle para evitar el gol de Aspas tras una demostración de potencia física de Borja Iglesias. Sufría el Atlético, que pedía a gritos el descanso.
La Araña, a escena
Quiso darle una última dosis de confianza el Cholo a sus titulares, pero no funcionó. Y Sotelo a punto estuvo de hacérselo pagar con un franco remate que mandó a las nubes. Ahí ya se cansó Simeone, que retiró a Koke para meter a Julián Álvarez. Por fin La Araña junto a Griezmann y a Sorloth. Pero el Celta siguió a lo suyo, mandando y perdonando, que es lo que hizo Borja Iglesias rematando justo donde se ubicaba Oblak. El Panda lo hizo todo bien, excepto lo más importante.
Viendo las orejas al lobo, ahí sí que el Atleti por fin se estiró. Fue Marcos Alonso quien se interpuso a tiempo de impedir que Julián pudiera marcar. De la acción a la reacción, Aspas remató alto. El encuentro se había abierto definitivamente.
En ese toma y daca, Guaita por fin justificó su presencia en la meta con una buena parada al disparo raso de Riquelme. Habían transcurrido 79 minutos para el primer tiro con fuego real del Atleti. Se lamentó después Alfon, de la prolífica cantera olívica, y Douvikas, que remató solo en el área pequeña en el rush final. ¡Cómo pudo fallar eso! Ahí tuvo el Celta el triunfo... y lo que son las cosas, en la siguiente jugada, Griezmann colocó un balón preciso al que Julián Álvarez llegó antes que los defensas para darle la victoria a los madrileños. Un picotazo y a volar con los tres puntos en la buchaca.
Jugador Flashscore del partido: Oblak (Atlético de Madrid).