El triunvirato de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid puede terminar después de muchos años. Hay que remontarse al año 2004 para encontrar un triunfador diferente, aquel icónico Valencia que se coronó bajo la batuta de Rafa Benítez. Ese gran logro, de hecho, permitió que el contrastado técnico diera el salto a la Premier League para comandar al Liverpool. Allí conquistó la Liga de Campeones tras una final para el recuerdo contra el Milan.
Si el actual entrenador del Celta de Vigo fue el gran valedor de aquel éxito en la ciudad del Turia, Míchel Sánchez lo es en la impresionante temporada del Girona. Ya consiguió el ascenso hace menos de dos años y lideró a un equipo que, tras unos meses con ciertas dudas, se salvó con holgura e incluso tuvo opciones de alcanzar la séptima posición (Conference League). Mucho antes, el 22 de octubre de 2021, llegó a estar en la zona roja de Segunda, peleando por no bajar a Primera RFEF.
La afición de Montilivi recuerda con cariño la etapa de Pablo Machín. El soriano implantó un sistema compuesto por tres centrales que funcionó con éxito, motivo por el cual dejó huella en la entidad. Aquel curso 2017/18 es memorable, pero ya lo es menos porque la plantilla actual ha conseguido dejar atrás esos 51 puntos. Con un total de 52 tantos (el Real Madrid tiene una jornada pendiente), son líderes en solitario.
Los de Míchel asaltaron el Estadi Olímpic Lluís Companys (2-4), derrotaron al Atleti en casa (4-3) y le endosaron una contundente manita al Sevilla (5-1). Estos resultados han ayudado para erigirse como el mejor ataque del torneo, con 51 chicharros en total -ocho más respecto al Madrid y once de margen sobre culés y colchoneros-. Además, tienen en sus filas al ucraniano Artem Dobvyk, actual pichichi de primera junto a Jude Bellingham (ambos con 14).