Quique Sánchez Flores le debe una vida a En-Nesyri. Y otra a Nyland. Y el Sevilla, también. En Vallecas, después de poco más de un cuarto de hora corriendo detrás del balón, por fin pudieron los hispalenses montar el contragolpe que llevaban esperan desde el arranque del partido.
Ya había avisado Isaac ganando la espalda a Aridane en una acción anterior, pero fallando en el remate. A la segunda no falló en su pase a En-Nesyri que, recién llegado de la Copa de África, batió a Dimitrievski.
El Rayo reaccionó muy bien. Rozó el empate con un disparo de Balliu a bocajarro sacado in extremis por Ocampos y con otro de Aridane que se marchó por encima del travesaño. Se veía venir el empate y llegó antes de la media hora de juego con Isi adelantándose a Acuña y rematando con la tibia para dibujar una parábola imposible para Nyland.
Con las tablas, la idea no cambió. Los de Francisco, que estaba en la grada por sanción, querían la bola, con Isi por fin juguetón. Los de Quique seguían en bloque bajo esperando las contras y la inspiración de sus dos delanteros.
Y de nuevo una conexión entre Isaac y En-Nesyri dio sus frutos. Dimitrievski ya se había jugado el tipo en un mano a mano para frenar al marroquí.
Pero ya no pudo evitar el 1-2 al filo del descanso. En la otra portería, Nyland, que acababa de atajar un peligroso disparo de Isi, sacó rápido y en largo a Ocampos, que ganó el salto para que la pelota llegase a Isaac y éste cediera a En-Nesyri para firmar su doblete engañando al meta vallecano con un disparo al primer palo.
Qué desperdicio de oportunidades
En tromba salió el Rayo en la segunda mitad. Hubiera sido una tormenta perfecta si hubiesen sido capaces de aprovechar para empatar. Pero una tras otra, las ocasiones se fueron al limbo. Chavarría mandó a las nubes un testarazo a medio metro de la portería. Imperdonable aunque seas lateral y no delantero centro. Tampoco acertaría Camello, esta vez por culpa de Nyland. Y otra vez el noruego apareció ante Isi para evitar el tanto. Y lo volvió a hacer ante Espino.
Achicaban agua los sevillistas como podían ante la desesperación de los de la franja, que veían pasar los minutos y no sólo no igualaban sino que dejaban muchos espacios atrás. Por ahí encontró Ocampos una autopista, pero se la jugó en solitario en vez de regalar el gol a En-Nesyri y su disparo se estrelló en el palo.
El duelo se convirtió en un correcalles, mas el marcador, lo importante, no se movió. Victoria, pues, vital para el Sevilla, que suma 20 puntos, tres por encima del descenso. El Rayo, mientras, se queda con 24 y acumulando ya cuatro jornadas sin vencer.
Jugador Flashscore del partido: En-Nesyri (Sevilla).