Griezmann acerca al Atlético a la mesa de los grandes en un partido muy caliente (0-2)
La prueba del algodón para el Atlético, después de su enorme triunfo ante el Real Madrid, tenía como escenario El Sadar y a Osasuna, siempre rocoso, como testigo implicado. Y los de Simeone, sabiendo sufrir y con una decisión arbitral más que controvertida -para que luego hable Gil-, demostraron que han cogido carrerilla y van lanzados hacia arriba.
Gran responsable de ello es Griezmann. El francés es el termómetro del equipo. Si entra en juego, todo se aclara arriba. Si le añade el gol que recuperó en el derbi, lo mismo se puede tomar un aperitivo en la mesa de los grandes. Y marcó en Pamplona. Lino, el invento del Cholo para suplir a Carrasco -otro invento como carrilero-, metió un centro envenenado al que no llegó Morata, que rebotó en el pecho de Aitor y que llegó a Grizzy, quien se inventó un remate sin ángulo que besó las redes de la portería.
Jugaba el Atleti muy cómodo y sólo algún exceso de confianza al sacar el balón desde atrás provocó algún sustillo. Tampoco demasiados porque Osasuna no encontraba espacios por mucho que tocara aseadamente y se lo tomara con paciencia. Sólo Mojica pudo encontrar el camino hacia Oblak, pero su remate se estrelló en el palo.
Ritmo infernal de Osasuna
Tenían que meter una marcha más los de Arrasate si querían rascar algo del encuentro. Y no metieron una sino dos tras el paso por vestuarios. Parecían acusar el cansancio del derbi los rojiblancos, que sufrían lo indecible para achicar balones. Lo intentó solucionar Simeone con la entrada de Azpilicueta, ovacionado por la afición que lo vio nacer, pero ni por esas. Era ya un partido muy diferente al de la primera mitad.
Los locales acumulaban oportunidades, pero les faltaba precisión. Chimy, Budimir, otra vez Chimy, Torró... hasta que David García, en un córner, cabeceó al fondo de las mallas. El gol, sin embargo, fue anulado por una supuesta falta previa sobre Witsel, aunque tampoco hubiera sido raro si se hubiese pitado penalti por un clarísimo empujón de Giménez a Aimar, que chocó por ello con el belga.
Riquelme sentencia y llegan las rojas
Arrasate fue expulsado por protestar, el ambiente se caldeó sobremanera y el fútbol desapareció casi por completo. Chimy y Morata también se fueron a la calle por enfrentarse de manera barriobajera. Lo hicieron en el césped y parece que también en el vestuario.
Pero antes, Riquelme ya había sentenciado al culminar una contra conducida por Lino.
Una victoria trabajada, sufrida y que permite al Atlético acercarse más a los puestos Champions. Mientras, Osasuna continúa sin ganar en casa en este curso.
Jugador Flashscore del partido: Samu Lino (Atlético de Madrid).-
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