Mucho se habla del estilo ofensivo de García Pimienta, con tintes del ADN Barça en el que se formó. Los insulares son un equipo que trata bien la pelota, que expone sus ideas con claridad y que busca la portería contraria siempre con la posesión como forma de vida. 

Sin embargo, en la práctica, ese dominio que ejerce a la mayoría de rivales apenas se traduce en goles anotados sino todo lo contrario. Sólo el Cádiz y el Alavés, ambos con 14, han anotado menos que Las Palmas. Y, sin embargo, la campaña se puede calificar de notable en esta primera parte de LaLiga. 

¿Cómo es posible? Pues igual que le ocurrió al Barça la pasada temporada, por su fortaleza defensiva. Cuanto más tiene el balón, y lo mueve con criterio, menos opciones disponen los rivales de generar ocasiones. Y si se le añade el estado de gracia del último guardián de sus compañeros, el portero, ahí encontramos la solución a la respuesta.

Los pío pío son el segundo equipo que menos goles encaja. Con 15 en 18 jornadas, sólo el Real Madrid ha recibido menos. Y como en los blancos se han alternado Lunin y Kepa en la titularidad, es Álvaro Valles quien lidera el trofeo de menos goleado de la categoría con 0,83 tantos encajados de media por partido. 

Álvaro Valles, desde La Rinconada hasta Las Palmas

A sus 26 años, Valles se encuentra en el mejor momento de su carrera. Hay a quienes le llegan antes el éxito, incluso de adolescentes, y hay otros que tardan algo más en explotar. Este último es el caso del portero sevillano. Desde su Rinconada natal, este sevillano criado en el Betis firmó por Las Palmas en 2018 para jugar en su filial.

Más de un año después, en octubre de 2019, debutó con el primer equipo, entonces en Segunda división. Y con paciencia, sumando más experiencia y partidos cada año, la pasada campaña le llegó la explosión como futbolista clave para el ascenso. En 34 partidos recibió solo 23 goles. Incluso batió el histórico y treintañero récord de más minutos imbatido del club, superando al histórico Robayna. 

En este curso 23/24, Valles ha seguido elevando su nivel, siendo el segundo portero de LaLiga que más paradas realiza con 3,78 por encuentro. 

Su contrato, que concluye el próximo 30 de junio, será renovado automáticamente un año si juega dos partidos oficiales más.