OPINIÓN | El eterno sufrimiento de Laporta con las inscripciones de última hora
Que el Barça esté sufriendo para inscribir a Dani Olmo podría tomarse como una acción que no es novedosa. Uno de los mejores jugadores de la Euro -que además salvó un gol de Inglaterra sobre la línea de gol en la final- tuvo que esperar tres jornadas, tres, para disfrutar de su nuevo equipo.
Olmo, cabizbajo, observó desde las gradas de Montjüic el partido que enfrentó al Barça y al Athletic -y que culminó con una victoria culé por 2-1-. Este martes, tras conocer su convocatoria para el encuentro ante el Rayo, el centrocampista recuperó un toque de su sonrisa. El Barça, a pesar de tomar un suspiro y de ver a Olmo entre sus convocados, no logra menguar una crisis económica que arrastró al club hacia una problemática que parece no tener un final visible.
Tres títulos que son insuficientes
Títulos no es sinónimo de equilibrio. Ganar LaLiga, la Copa del Rey o la Supercopa de España no se encuentra en la misma línea de la estabilidad. Más aún si se tiene en cuenta que el FC Barcelona recogió números rojos durante los últimos años -incluso desde antes de la pandemia- por cuestiones extradeportivas que afectaron la imagen de uno de los clubes más poderosos del mundo.
Uno de los puntos que demuestra la inestabilidad del Barça son las inscripciones. En las recientes campañas, Joan Laporta se ha visto obligado a hacer maromas para lograr inscribir a tiempo a las nuevas contrataciones. En el presente curso, por ejemplo, se acogió de la lesión de Christensen -quien supuestamente estará de baja cerca de cuatro meses, según el club- para lograr inscribir a Dani Olmo antes del partido contra el Rayo Vallecano por la tercera jornada de LaLiga.
En la 2022-2023, después de concretar la famosa palanca que le permitió fichar a jugadores como Lewandowski, Raphinha, Romeu, Christensen o Koundé, Laporta tuvo algunos problemas a la hora de inscribir a sus refuerzos. Con Koundé, precisamente, se escudó en el artículo 92, según 'AS'.
Para evitar líos similares, Lenglet ha salido en condición de préstamo hacia el Atlético de Madrid. Su cesión le brinda la alternativa al Barça de bajar la masa salarial. La venta de Fayé, de igual manera, ayuda.