Sergio Ramos ya es uno más en el Sevilla. El parón de selecciones le ha servido para adaptarse a su nuevo club -con el cual empezó todo- y acumular sesiones de trabajo a las órdenes de José Luis Mendilibar. El entrenador vasco, sin embargo, cree que debe corregir ciertos 'vicios' de anteriores experiencias. No será sencillo porque su estilo es difícilmente negociable y tiene crédito de sobra para imponer su forma de ver el fútbol, pero ahí entrará en juego el liderazgo del entrenador.
"Estoy muy agradecido por el cariño que me han mostrado desde la llegada al hotel, también al estadio, en el calentamiento... Es importante sentirte querido en casa y en tu equipo, y esa es la mejor manera de poder luchar por los objetivos, todos juntos, y la verdad es que me he sentido muy bien. Físicamente iré cogiendo ritmo y forma porque estos han sido los primeros 90 minutos después de tres meses. Estoy satisfecho con el rendimiento y, poco a poco, intentaré aportar mi mejor versión porque yo creo que la contundencia atrás es fundamental para ir sacando resultados", explicó Ramos.
Además, analizó el triunfo: "A Las Palmas le gusta tener el balón y la posesión. Apuran mucho con las jugadas y en ir de lado a lado para tratar de cansarnos, pero nosotros teníamos la idea clara de cogerlos a la contra y de intentar ser muy verticales cuando recibíamos balones. Hemos creado muchísimas ocasiones y quizás hemos pecado de no haber podido ampliar ese marcador para estar un poco más tranquilos, pero esto es el fútbol. La rivalidad es muy grande y la diferencia es poca. Ya sabemos que es muy difícil ganar a cualquier equipo y sabemos que esta es la línea a seguir".
"Un orgullo tremendo"
"La portería a cero es muy importante. El ataque empieza desde una buena defensa. Yo creo que darle buena estabilidad, buen equilibrio y buen balance al grupo es muy reconfortante para los que juegan arriba porque se sienten seguros a la hora de saltar a la presión. Eso siempre es un plus. No encajar es una manera de transimitir y de dar confianza. Queremos ir mejorando, poco a poco, esos déficits de espacio en ciertas basculaciones, en las cuales hemos dejado más espacios de la cuenta. Lo iremos ajustando durante la temporada", apuntó también el veterano central.
El camero, por su parte, reconoció sentirse "muy bien" después de haber podido reencontrarse con su afición. Hizo referencia al "complicado y difícil" arranque de curso y recalcó el "orgullo tremendo" que siente al vestir de nuevo la camiseta con la cual se dio a conocer en el deporte rey. "No dejo de vivir emociones desde que volví. Estoy viviendo momentos únicos y gratificantes a nivel personal. Es muy sentimental", explicó el campeón del mundo con la Roja.
"Volver a casa y a una competición como la Champions, que la he podido ganar cuatro veces... Creo que podemos hacer un papel sabiendo que el factor afición es muy importante aquí, igual que cuando juegas fuera. Por lo tanto, con muchas ganas de que llegue el momento. Son pequeños detalles los que definen esa competición y eso requiere dar el máximo grado de compromiso y de concentración. Espero que podamos empezar con una victoria y con buen pie", concluyó.