Centro de datos del Sevilla-Villarreal
En un ambiente mágico en el templo del Sevilla, lleno para dar la bienvenida a los García Pimienta, Saúl y compañía, fue el Villarreal el que se invitó a la fiesta para amargar al anfitrión. Qué entrada triunfal la suya. Y qué salida, la que le dio la victoria, habría que decir también.
Sólo tardó un minuto Álex Baena, en estado de gracia, en encontrar una fuga en la defensa rival para habilitar a Danjuma, otro que tal, que no tembló en el mano a mano con Nyland después de superar en carrera a un Kike Salas al que dejó en evidencia.
Menudo boquete
No contento con ese 0-1, el Villarreal, con Parejo y Gerard Moreno de suplentes, insistió por ese agujero en el centro de la zaga para volver a plantarse ante el meta sevillista. Fue otra vez Baena quien cedió a un Pépé que se encontró con el pecho del meta noruego. La cara de García Pimienta, en su estreno en el Pizjuán, era un poema. Y poco cambió cuando le anularon a Juanlu el tanto del empate por fuera de juego de su asistente, Isaac.
A pesar de los palos recibidos, el Sevilla fue encontrándose cada vez mejor y obligó a Diego Conde a lucirse para negar el tanto, primero al propio Isaac, luego a Badé en una intervención de puros reflejos, y más tarde a Saúl.
El fútbol es simple: desmarque y gol
El control y el dominio eran claramente locales. Las oportunidades también. Y cuando todo hacía indicar que se marcharían a vestuarios con una momentánea derrota, llegó el pase en largo de Ocampos, el control de Lukébakio y el disparo del belga con la derecha para, ahora sí, subir el empate al marcador.
Tras el descanso, Marcelino, todavía sancionado, hizo ajustes y el campo pareció volcarse por minutos a su favor con un Danjuma desatado. Fue un espejismo. Enseguida Diego Conde tuvo que ponerse la capa de héroe para salvar goles clarísimos de Isaac o de Saúl, este de golpe franco. Apretaba el Sevilla y sufría de lo lindo el Villarreal. Pero en ese ímpetu ofensivo, algún desajuste se produjo y casi le cuesta la vida a los de Pimienta. Se salvaron del gol de Comesaña por la posición ilegal del debutante Thierno Barry en el inicio de la acción.
Un exbético anda suelto en el Pizjuán
Se sucedieron los cambios, hubo parones por lesiones de Salas y Bailly, llegaron debuts como los de Ejuke e Ihenacho, e incluso regresó la leyenda Jesús Navas. Se respiraban buenas sensaciones, cierto aroma a gol local. El enemigo perdía tiempo donde y cuando podía. Pero lo que son las cosas, y el fútbol, cuando más cercano parecía el 2-1, llegó Ayoze Pérez para hundir los ánimos, silenciar el estadio y darle un triunfo al equipo que apostó por pagar cuatro millones de euros por él este verano. Y de paso, también alegrar a su antigua afición, que seguro que le perdonará su huída hacia Villarreal.
Jugador Flashscore del partido: Diego Conde (Villarreal).
