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Villarreal: los defensas, claves del éxito ofensivo

François Miguel Boudet
Pape Gueye refuerza el centro del campo del Villarreal
Pape Gueye refuerza el centro del campo del VillarrealDAX Images / NurPhoto via AFP
Tras regresar al Villarreal la temporada pasada, Marcelino García Toral ha tenido vía libre para confeccionar su plantilla. Con 7 puntos en 3 partidos y 8 goles marcados, su nuevo submarino amarillo es una perspectiva ilusionante.

El paso de Marcelino García Toral por el Marsella no ha sido memorable, y si es así, no es ni mucho menos un elogio para el propio técnico. Sin embargo, el técnico que ha disputado más de 400 partidos de Liga es un referente en España, y su regreso al Villarreal, siete años después de que abandonara el club en vísperas del partido de ida de una eliminatoria de Liga de Campeones contra el Mónaco, ha despertado esperanzas en la provincia de La Plana.

El asturiano llegó a mediados de noviembre a toda prisa y dejó escapar la clasificación europea por sólo 4 puntos, aunque provocó la dimisión de Xavi Hernández tras la derrota por 4-3 en Montjuïc. De no haber sido por un virus que se propagó por su vestuario pocas horas antes del partido de ida de los octavos de final de la Europa League, podría haberse vengado del OM, sobre todo por el contenido de la vuelta en la Cerámica.

Por todo ello, los cimientos están puestos para la temporada 2024-2025, y aunque Alexander Sörloth, segundo máximo goleador de la Liga, haya fichado por el Atlético de Madrid, el Villarreal sigue teniendo ambiciones, justo un año después de la marcha de Quique Setién y el breve paso de Pacheta.

Comesaña y Gueye, 6s con proyección

No hubo ensayo ni comienzo fácil. En la primera jornada, fueron Los Colchoneros los que llegaron a la Cerámica. Tras una prolífica primera parte por ambas partes, los dos equipos se marcharon al descanso con empate a 2, con la frustración de ver cómo el recién incorporado Nicolas Pépé estrellaba un balón en el larguero en los últimos minutos.

Sin embargo, el submarino amarillo confirmó su capacidad para forzar una decisión en los instantes finales. Contra el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán (2-1) y luego contra el Celta en casa (4-3), el tiempo añadido fue la clave de la victoria y de otros 4 puntos. Y Marcelino conoce bien la diferencia de trato que puede producirse cuando ese éxito no llega y altera de inmediato un balance. El Villarreal no es el OM, y él no corría peligro de perder su puesto ni de ser presionado por la afición local. Quizá esa sea otra de las razones por las que las cosas van por buen camino...

Ofensivamente, el inicio de temporada ha sido un éxito, con 8 goles marcados en 3 emocionantes partidos. El planteamiento de Marcelino para el centro del campo es conocido desde hace tiempo: un mediapunta central, un mediapunta en banda, un medio centro de 6 hombres y un extremo. Mientras que Dani Parejo y Álex Baena son indispensables y Yeremi Pino, de vuelta de una lesión de rodilla y ya cubierto por Luis de la Fuente con la Selección, ha ocupado su puesto en la derecha, la cuestión del mediocampo defensivo la comparten actualmente Santi Comesaña y Pape Gueye.

El equilibrio del equipo está en juego. El ex del Rayo empezó con buen pie ante el Atlético, fallando un solo pase en una zona sobrecargada por el 3-5-2 utilizado por Diego Simeone. En el banquillo ante el Sevilla, marcó el 57/61 ante el Celta, en un partido de 'ping pong' que gustó a los espectadores pero mucho menos a los técnicos. Contra los gallegos, estuvo a punto de marcar el 4º gol de su equipo, pero le señalaron fuera de juego, demostrando que sabe adelantarse.

En el once inicial contra el Sevilla, Gueye estuvo omnipresente, incluso en la media palangana. La formación 4-4-2 de Marcelino, a menudo calificada (con razón) de rigurosa, tiende a evolucionar cada vez más, y esta búsqueda de crear más espacios en el centro del campo se traduce en una producción ofensiva eficaz.

La importancia de la recuperación del mediocampo central

Construir desde atrás es un factor importante. El ejemplo de la tabla de pases de Raúl Albiol es sintomático. En un partido en el que ambos equipos se mostraron claramente titubeantes, el capitán groguet sólo jugó una vez hacia su portero. De sus 42 pases, todos ellos acertados, el número total de pases hacia atrás y hacia los lados se podría contar con los dedos de una mano.

La precisión de los saques de banda de los centrales es un factor clave, ya se trate de Éric Bailly (más del 90% de aciertos contra el Atlético y el Celta) o del nuevo fichaje Logan Costa, sin olvidar al guardameta Diego Conde, que progresó notablemente contra el Celta en este aspecto (15/16) tras haber estado moderadamente inspirado contra el Atlético (15/21) y el Sevilla (22/33). Sólo Willy Kambwala falló en esta faceta contra el Sevilla (73%, 5/12 en balones largos), pero el jugador formado en el Sochaux y fichado este verano por el Villarreal procedente del Manchester United lo compensó con un magnífico 10/10 en los duelos. La nueva flexibilidad de Marcelino no significa que haya olvidado los fundamentos, y contra el Valencia no sería de extrañar que el rigor defensivo volviera a cánones más tradicionales en un 4-4-2 ante un rival dispuesto al contragolpe.