Fue un encuentro no demasiado largo, en el que aseguran fuentes del club que sólo se habló del partido, de la victoria azulgrana ante el Rayo que permite al Barça ser segundo y garantizarse la participación en la Supercopa, y en la que, afirman, no se habló de futuro. 

Si ambos comentaron o no los abucheos a Laporta por parte de un sector de la afición culé, con gritos incluidos de dimisión, eso se desconoce. 

Pero lo que sí se sabe es que, una vez que concluya definitivamente la temporada, volverán a verse las caras, también con Deco, director deportivo, y algún directivo más con responsabilidad, tal y como sucedió cuando se decidió su continuidad. En esa reunión futura también se hablará de eso. 

El malestar de Laporta tras las declaraciones de Xavi sobre las dificultades de competir en el mercado por la situación económica era evidente por mucho que el técnico haya querido restarle importancia en los días posteriores y decir que todo seguía igual. 

Nota el dirigente pérdida de ilusión y justificaciones antes siquiera de saber cuál será el dibujo de la próxima plantilla, dudas que no entiende que haga públicas cuando a él le hizo ver que con el proyecto que se estaba formando con los jóvenes valores se podía luchar por todos los títulos. 

Será el tema central de esa charla oficial horas después del encuentro ante el Sevilla, donde se tienen que sentar las bases del Barça 24/25, que no podrá permitirse otro curso en blanco como este.