Sin Sergio Busquets, lo más probable es que Gündogan ocupe la posición de pivote. Él, pese a manejar una visión de pase propia de un creador, se ha ubicado en algunos partidos como recuperador y, de forma sorprendente, ha cumplido con creces. Guardiola, de hecho, ha elogiado el fichaje del teutón por el equipo de sus amores “si el Barça se lleva a Gündogan, obtiene a un jugador fenomenal”, dijo en el transcurso de la semana.
Su polivalencia, precisamente, le hizo un atractivo importante en el mercado de fichajes. El PSG, por ejemplo, seguía de cerca los movimientos del jugador. El Bayern, asimismo, también expuso interés por un centrocampista que, pulido por Guardiola, aterriza en un equipo urgido de líderes tras las salidas de Busquets, Piqué y Jordi Alba.
El balón parado es otra característica que hace de Gündogan un jugador exquisito. El alemán marcó en una de las últimas jornadas de la Premier League un golazo de tiro libre que paralizó a Pickford en Goodison Park. Su pegada es reconocida y el Barça necesita a un ejecutor de tiros libres. Desde que Messi fichó por el PSG, el club no tiene a un cobrador efectivo.
Gündogan disputó 51 partidos en la temporada con el Manchester City. Además de conquistar el triplete (Premier, F.A Cup y Champions) entregó una envidiable estadística de 11 goles y 6 asistencias que le transformaron en uno de los pilares del esquema de Guardiola.
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