La estrategia estaba clara. Aguantar una temporada más con una gran inversión en Bellingham y algunos otros refuerzos menores para, en 2024, lanzarse a por las dos grandes estrellas que, supuestamente, se podrían volver a poner a tiro: Haaland y Mbappé. 

Pero ese plan ya carece de validez. Sin Benzema en la plantilla, el Real Madrid necesita un nueve, un goleador contrastado. El elegido es Harry Kane, pero no será sencillo sacarlo del Tottenham a pesar de que sólo le queda un año de contrato y el cuadro londinense no jugará competición europea. El punto de partida, según marcan en Inglaterra, entre 100 y 115 millones de euros de traspaso. Salario, aparte, claro. 

La llegada del inglés, de producirse, cerraría las puertas de Haaland. Pero no queda otra. 

Sólo siguen Vini y Rodrygo

Además de Benzema también han confirmado su marcha Marco Asensio, Eden Hazard y Mariano Díaz. Sólo quedan, pues, de la delantera 22/23 Vinicius y Rodrygo. 

Es de suponer que regresará Brahim después de tres años cedido al Milan. Pero Ancelotti no lo ha querido confirmar porque el malagueño quiere protagonismo y no ser segundo plato. También se espera la contratación de Joselu, delantero del descendido Espanyol y excanterano blanco. Y se cuenta con dos promesas como Álvaro Rodríguez y Sergio Arribas, si es que no acaban cedidos. 

Es obvio que se necesitan más refuerzos para luchar por todos los títulos en el siguiente curso futbolístico. La transición ya finalizó. El cambio de ciclo ha llegado para quedarse.