Un tropiezo inoportuno del Getafe ante el Elche (1-1): pan para hoy, hambre para mañana
Imagínense un tiburón sin alimentarse durante varias semanas. Mordería hasta un tablón de madera. Pues así salieron los 11 de Bordalás ante el Elche, mordiendo como si no hubiera un mañana. Ni diez segundos habían transcurrido cuando Enes Unal casi se come a su par con una agresividad máxima. Algo que también haría Damián a los cinco minutos. Iba la vida en ello.
Los ilicitanos, amedrentados, no supieron defenderse y se vieron poco después con un gol en contra. Damián centró por la derecha tras una gran conducción de Aleñá y Munir conectó una volea para alegría del Coliseum.
Tuvo el empate nada más sacar de centro el Elche, pero Soria respondió de maravilla a un fortísimo remate de Nteka. A partir de ahí, el Geta dominó y disfrutó de clarísimas oportunidades que se quedaron en el huy. Damián, por dos veces, y Enes Unal de cabeza, pudieron abrir la brecha y dejar encarrilada la victoria, que les sacaría del descenso.
Air Boyé
Tanto perdonar tiene sus consecuencias. Al filo del descanso, Boyé y Nteka ya habían avisado de su poderío aéreo. Soria respondió a la primera sacando en línea de gol el testarazo de este último. No pudo hacer lo mismo en la siguiente acción con el punta argentino ganando otro salto y transformándolo en el 1-1 con el que se llegó a la pausa.
Sin VAR, con ansiedad
No le quedaba otra al Geta que atacar con más virulencia si cabe. Enes Unal probó a Badía con dos golpes francos de los que duelen a los porteros, con un bote antes de llegar a sus guantes. En el primero hubo polémica, pues Gastón parecía llegar con ventaja al rechace para empujar el balón a la meta y cayó cuando iba a rematar. Iglesias Villanueva ni pestañeó ni tampoco hizo el gesto de escuchar a los del VAR por un más que probable penalti. Incomprensible.
Los azulones siguieron intentándolo, pero cada vez con más nervios, más errores, más acongojados. Con esa ansiedad jugaban los franjiverdes, quienes tuvieron el 1-2 en las botas de Boyé. Mitrovic lo evitó de milagro. Y más que perdonarían después.
Con Unal, Mayoral y Latasa, tres arietes, Bordalás se lo jugó a una carta. Tuvo una oportunidad con Mayoral, pero la apuesta salió cruz y contento se puede dar con el empate un Getafe que sale temporalmente del descenso, pero afronta sin red un duro calendario en la recta final del campeonato.
Jugador Flashscore del partido: Lucas Boyé (Elche).
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