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La MLS desafía a Brasil ante el declive de los mercados de Argentina y México

AFP
Ignacio Fernández, del Atlético Mineiro, remata un balón de cabeza.
Ignacio Fernández, del Atlético Mineiro, remata un balón de cabeza.AFP
Un actor joven amenaza con destronar al Brasileirao como protagonista del fútbol de América: la MLS, que gana terreno a paso firme al aprovechar el declive de los mercados tradicionales de Argentina y México.

Los clubes estadounidenses cambiaron la estrategia de contratar futbolistas famosos al borde del retiro con la que buscaron durante años atraer atención a su campeonato, estrenado en 1996. Ahora compiten por las perlas del continente con los brasileños y desplazan a argentinos y mexicanos, otrora grandes contendientes que han perdido espacio debido a dificultades financieras o cambios reglamentarios.

La situación garantiza subir el nivel de la Major League Soccer (MLS) y la plusvalía de la eventual reventa de atletas a Europa, unos recursos que las potencias sudamericanas solían concentrar.

"Tiene que ver con la visión que han tenido los dueños de los equipos para que (la estadounidense) se convierta en una de las grandes ligas a nivel mundial", dice a AFP Alfonso Mondelo, director de competencias de la MLS.

De "hacerse rogar" a llamar

El campeonato estadounidense, donde participan tres combinados canadienses, es desde 2021 el que más gasta en fichajes en América, según un análisis de AFP a partir de informes de la FIFA sobre transferencias entre 2018 y 2022 (excluyendo 2020, por la pandemia).

Ese año desembolsó 159,9 millones de dólares, tres veces más que Brasil, once más que Argentina y cinco más que México. La temporada pasada fueron 181,5 millones, más del doble de argentinos y mexicanos, y 1,6 más que los brasileños.

"En los primeros años de la MLS había casi que rogar a los jugadores para que vinieran. Ahora ellos nos contactan debido a la organización y a que desde acá pueden saltar a Europa", asegura Mondelo.

En febrero de 2022, Atlanta United dio una muestra del nuevo operar: pagó a Vélez Sarsfield (ARG) la cifra récord para ese mercado de 16 millones por Thiago Almada, entonces de 20 años y codiciado por europeos. "Quiero hacer una buena temporada y tener la oportunidad de ir a Europa", afirmó el jugador.

Diez meses después, el volante argentino se convirtió en el primer jugador de la MLS en ganar un Mundial. En ventanas anteriores ficharon a otros jóvenes con futuro en el 'Viejo continente': el argentino Alan Velasco, el uruguayo Diego Rossi o el brasileño Talles Magno.

Salto competitivo

Contratar extranjeros y fortalecer las canteras ha rendido frutos: las 29 escuadras de la MLS (1.250 millones de dólares) son las segundas más valiosas en términos absolutos desde 2022, cerca de las veinte de primera división de Brasil (1.450 millones). Atrás aparecen las 18 mexicanas (880,5 millones) y las 28 argentinas (852 millones), según el portal especializado Transfermarkt.

"Estados Unidos, en términos de valor del mercado, terminará en el primer lugar porque sabe hacer negocios gigantescos, crece de una forma correcta, gradual", sostiene el agente de futbolistas brasileño Marcelo Mascagni.

La liga de Estados Unidos, que organizará junto a Canadá y México el Mundial de 2026, sin embargo tiene camino por recorrer. El palmarés internacional de sus clubes es escaso: tres títulos de 'Concachampions', frente a 37 mexicanos y seis costarricenses.

"Es importante convertirse primero en la liga más importante de Concacaf, nuestro siguiente reto, y después ver cómo podemos ponernos al nivel de las mejores ligas del mundo", explica Mondelo.

Contradicción brasileña

Brasil tiene lo que busca Estados Unidos: dominio internacional, al alza con las conquistas de Flamengo y Palmeiras de las últimas cuatro Copas Libertadores de América. Aunque varios de sus equipos enfrentan crisis financieras, explota su posición de principal productor y exportador mundial de futbolistas para armar planteles competitivos y mejorar su estructura.

Ha suplido la fuga de talentos jóvenes con jugadores de renombre en el epílogo de sus carreras -el uruguayo Luis Suárez, el chileno Arturo Vidal, el brasileño Marcelo- y a figuras y promesas de ligas sudamericanas. Ya sea por materia prima o reventa de foráneos, Brasil se ha consolidado como el país americano que más gana por transferencias.

En 2022, vendió a 998 jugadores y recibió 267,2 millones de dólares, más de cien millones que Argentina (146,6 millones) y Estados Unidos (135,2 millones), según FIFA.

Pero no todo es festejo. Aunque sus exportaciones aumentan, recibe menos dinero. El año pasado obtuvo 30% menos que en 2018, pese a que entonces traspasó a 166 atletas más.

Esto "se debe a la desorganización de los clubes, que en ocasiones prefieren dejar ir gratis a los jugadores", sostiene Mascagni.

"También, a que a veces no miden bien el 'timing' de la venta", por lo que acaban negociando valores menores, y a que "los europeos se llevan a las promesas brasileñas cada vez más jóvenes", cuando cuestan menos, apunta.

Vitrina en crisis

El fortalecimiento brasileño contrasta con la crisis de su mayor rival: Argentina, con escasez de dólares -usados para transacciones y salarios-, devaluación del peso e inflación alta. La turbulencia económica impacta el mercado del segundo productor mundial de futbolistas (1.004 exportados en el mundo, la mitad que Brasil, según la FIFA).

La temporada pasada sus clubes pagaron un 20% menos en fichajes que en 2018 (88,7 millones) y obtuvieron un 26% menos que hace un lustro (198,3 millones).

Las promesas que contrataban en mercados emergentes ahora van para Brasil o Estados Unidos. De esa forma, su torneo se envejece: el promedio de edad de los jugadores es de 26,7 años frente a 24 en 2018.

"Argentina no es un mercado atractivo para ir, excepto a River Plate y Boca Juniors", asegura Jaime Rascón, especialista en mercado de fichajes con experiencia en América (MEX) y Barcelona (ESP). "Tiene unas devaluaciones de su moneda que hacen muy complicado para cualquier futbolista mantener su poder adquisitivo y nivel de vida", agrega.

Por ello, ha perdido caras emblemáticas, como el volante Ignacio Fernández, que dejó en 2021 a River, último once no brasileño en ganar la Libertadores (2018), por Atlético Mineiro (BRA). El talentoso jugador, de 33 años, retornó al equipo argentino para la temporada 2023.

Mercado que 'desapareció'

Clubes que antes alimentaban la liga de Argentina también se espantaron por pleitos legales con sus pares argentinos debido a impagos. "Hacer negocios con Estados Unidos se ha vuelto el primer foco", señala Ramiro Ruiz, presidente del Envigado, que tiene una de las canteras colombianas más reputadas.

Los cafeteros vendieron a James Rodríguez a Banfield (ARG) en 2008. De ahí, el ídolo tricolor saltó a Europa. Pero transfirieron a su última joya, el atacante Jhon Jáder Durán, al Chicago Fire (USA), que lo traspasó en enero al Aston Villa (ENG) por casi USD 18 millones.

Los argentinos conservan una ventaja: suelen vender a sus promesas directamente a Europa, garantizándose plusvalía, como en los pases millonarios de Enzo Fernández al Benfica y al Chelsea y de Julián Álvarez al Manchester City, ambos ex de River y jóvenes campeones mundiales.

Históricamente reconocido por fichajes millonarios y salarios atractivos, el mercado mexicano también cotiza a la baja. "Hay un acuerdo de la liga de rebajar las cargas salariales de las plantillas" y reducir los cupos de extranjeros, explica Rascón.

En el último lustro, cayeron gastos (37%) e ingresos (50%) por transferencias, así como ventas (34%) y contrataciones (23%).

"Ese mercado, que siempre estaba pendiente del jugador brasileño, desapareció", lamenta el agente Mascagni.